En mi mente despacio al final me sumerjo,
nado entre lágrimas en mis más tristes recuerdos;
busco un ápice de cordura y enseguida lo deshecho
y me aferro a mi locura para escribir tan locos versos.
Mi alma informe se diluye y se degrada,
se retuerce y sufre por todos mis grandes fallos,
y es que en el fondo de mi ser una extraña nada,
y se lamenta profundamente por cada uno de mis fracasos.
Mi humilde corazón de muerte está herido,
y por él sangre color carmín sin fin gotea,
y una mano de artista con ella ha pintado
un lienzo en memoria de todo aquel que algo anhela.
De mis ojos brotan lágrimas de tinta,
que por mis pómulos a un papel se derrama.
escribiendo los más tristes poemas
por cada persona en este mundo que no ama.
De mi frente un sudor frío cae a tierra y de él mana
todo río de agua tibia, a veces dulce, a veces salada,
si una gaviota pasa volando y de él bebe entonces canta
trágicas baladas y gestas por cada promesa olvidada.
De mis labios rojo fresa sin control lamentos brotan,
con hondas penas que alimentan un fantasma encadenado,
que cuando el delirio nubla su mente sus palabras solo narran
melancólicas fábulas por cada sueño rechazado.
Soy lágrima, soy brisa, soy susurro, soy canción,
soy poema, soy promesa, soy sueño y oración.
Soy acierto, soy fracaso, soy aquella inspiración
que riega y cultiva los anhelos del corazón.
Soy la hazaña donde el caballero halló su gesta,
soy el oscuro temor que durante la noche te atormenta,
soy el deseo y la imaginación que desde siempre alimenta
el alma soñadora de cada niño y de cada poeta.
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