Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador.
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacía la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó poderosamente la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar entre los árboles. Dejó que sus ojos vagaran por aquella peculiar estampa, eran los de un buscador, quizás por eso descubrió sobre una de las piedras aquella inscripción... "Abedul Tare, vivió 8 años, meses, 2 semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar...Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción, se acerco a leerla, esta decía: "Llamar Kalib vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas". El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que de verdad le contactó con el espanto fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobre pasaba los 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar un rato en silencio y luego le preguntó si se lamentaba por la pérdida de algún familiar.
-No ningún familiar-dijo el buscador- ¿Qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sabre esta gente, que la ha obligado a construir un cementerio de niños?
El anciano sonrió y dijo: - Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anota en ella, a la izquierda que fue lo disfrutado... y a la derecha cuanto tiempo duro ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?...¿Una semana, dos? ¿Tres semanas y media?.. Y después... la emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días, una semana tal vez?... ¿Y es embarazo y el nacimiento de su primer hijo? Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
domingo, 13 de octubre de 2013
viernes, 11 de octubre de 2013
Antigénesis
A continuación me gustaría compartir y reflexionar con ustedes un texto de Emilio Mazariegos, es uno de tantos relatos apocalípticos creados denominados "Antigénesis".
"Al final de las tiempos existía la tierra, rica y hermosa.
El hombre vivió en los campos y en las praderas con los árboles de la tierra.
El hombre dijo:
-Hagamos nuestras residencias en estos lugares tan bonitos.
Y construyó, pues, ciudades de cemento armado y de acero.
Y las praderas desaparecieron.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El segundo día, el hombre contempló el agua de la tierra y dijo: -Arrojemos nuestros desperdicios y basuras al agua para deshacernos de la suciedad.
Y el hombre lo hizo así.
Y las aguas poco a poco aparecieron sucias y con olor fétido.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El tercer día, el hombre se fijó en los bosques de la tierra.
Y dijo:-Cortemos los árboles para construir cosas, y convirtámoslos en pasta para hacer papel.
Y lo hizo así.
Los paisajes dejaron de ser verdes y los árboles dejaron de existir.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El cuarto día, el hombre advirtió que había muchos animales y que las crías jugaban al sol y corrían por las praderas.
Y el hombre dijo: -Pongamos estos animales en jaulas para divertirnos y juguemos a matarlos.
Y así lo hizo.
Y no hubo más animales sobre la faz de la tierra.
Y el hombre vio que todo eso era bueno.
El quinto día, el hombre respiro agradablemente el aire de la tierra.
Y dijo: -Lancemos al aire los gases de las fábricas y el viento los llevará.
El aire se cargó de polvo y todas las criaturas vivas murieron asfixiadas o carbonizadas.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El sexto día, el hombre se fijó en sí mismo y, viendo la diversidad de lenguas y de culturas de la tierra tuvo miedo y se puso a quitarlas.
Y dijo: -Construyamos armas poderosas y destruyamos a los otros antes de que los otros nos destruyan.
El hombre construyó extraños artefactos y la tierra terminó calcinada por las grandes guerras.
Y el hombre vio que era bueno que ocurriera así.
El séptimo día el hombre descansó de tanto trabajo hecho.
Y la tierra quedó tranquila, porque el hombre no habitaba ya en ella.
Y esto, ciertamente resultó bueno."
A mí este relato me ha resultado bastante impactante, como ya sabréis los antigénesis son paralelismos del génesis pero ya no es Dios quien crea, sino que es el hombre el que destruye.
Analizándolo se ve que hay una frase que se repite más que las anteriores que es: "Y el hombre vio que eso era bueno", y es que el ser humano destruye y genera mal, pero siempre que nos favorezca lo calificaremos como algo bueno. Y estoy segura de que si le preguntáis a cualquiera si le parecen bien estas atrocidades generadas por el hombre, su respuesta será un no rotundo, otros puede incluso que digan que esto es un mal necesario; y ciertamente son estos últimos los verdaderamente honestos. Porque si nos dieran a elegir entre cortar un árbol o no tener con que limpiarse cuando vamos al baño, la respuesta nuestra sería: no cortar un árbol, sino el bosque entero si fuera necesario.
Sí, así de egoístas somos la raza humana, nos situamos en el centro del mundo cuando ni siquiera nos sentimos parte de él, pues tendemos a destruir la naturaleza, a cambiar paisajes naturales y a humanizarlos a nuestra comodidad no conformes a lo que la tierra nos ofrece la adulteramos y manipulamos a nuestro antojo. La naturaleza forma parte de un equilibrio perfecto del que nosotros estamos excluidos, cada organismo tiene un papel en ese ciclo, pero y el hombre ¿qué aporta a esto? La respuesta que me gustaría dar es que somos un ser importante y que eso justifica el daño causado, o incluso que somos neutrales en todo esto, pero lo cierto es que más que aportar dañamos, y más que crear destruimos. Hasta tal punto llega esto que por cada "genialidad" creada supone una gran perdida para nuestro planeta y esto no afecta únicamente al entorno, sino que nos daña directamente a nosotros, y esto sin duda es lo mejor que podemos estar haciendo por la Tierra: estamos cavando nuestra propia tumba.
Y si algún día desapareciéramos de la faz de la Tierra y alguien le preguntara a Ella por qué, la respuesta sería la misma que la que daría cualquier investigador médico si le preguntasen porque experimenta con animales: Eran ellos o yo.
"Al final de las tiempos existía la tierra, rica y hermosa.
El hombre vivió en los campos y en las praderas con los árboles de la tierra.
El hombre dijo:
-Hagamos nuestras residencias en estos lugares tan bonitos.
Y construyó, pues, ciudades de cemento armado y de acero.
Y las praderas desaparecieron.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El segundo día, el hombre contempló el agua de la tierra y dijo: -Arrojemos nuestros desperdicios y basuras al agua para deshacernos de la suciedad.
Y el hombre lo hizo así.
Y las aguas poco a poco aparecieron sucias y con olor fétido.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El tercer día, el hombre se fijó en los bosques de la tierra.
Y dijo:-Cortemos los árboles para construir cosas, y convirtámoslos en pasta para hacer papel.
Y lo hizo así.
Los paisajes dejaron de ser verdes y los árboles dejaron de existir.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El cuarto día, el hombre advirtió que había muchos animales y que las crías jugaban al sol y corrían por las praderas.
Y el hombre dijo: -Pongamos estos animales en jaulas para divertirnos y juguemos a matarlos.
Y así lo hizo.
Y no hubo más animales sobre la faz de la tierra.
Y el hombre vio que todo eso era bueno.
El quinto día, el hombre respiro agradablemente el aire de la tierra.
Y dijo: -Lancemos al aire los gases de las fábricas y el viento los llevará.
El aire se cargó de polvo y todas las criaturas vivas murieron asfixiadas o carbonizadas.
Y el hombre vio que eso era bueno.
El sexto día, el hombre se fijó en sí mismo y, viendo la diversidad de lenguas y de culturas de la tierra tuvo miedo y se puso a quitarlas.
Y dijo: -Construyamos armas poderosas y destruyamos a los otros antes de que los otros nos destruyan.
El hombre construyó extraños artefactos y la tierra terminó calcinada por las grandes guerras.
Y el hombre vio que era bueno que ocurriera así.
El séptimo día el hombre descansó de tanto trabajo hecho.
Y la tierra quedó tranquila, porque el hombre no habitaba ya en ella.
Y esto, ciertamente resultó bueno."
A mí este relato me ha resultado bastante impactante, como ya sabréis los antigénesis son paralelismos del génesis pero ya no es Dios quien crea, sino que es el hombre el que destruye.
Analizándolo se ve que hay una frase que se repite más que las anteriores que es: "Y el hombre vio que eso era bueno", y es que el ser humano destruye y genera mal, pero siempre que nos favorezca lo calificaremos como algo bueno. Y estoy segura de que si le preguntáis a cualquiera si le parecen bien estas atrocidades generadas por el hombre, su respuesta será un no rotundo, otros puede incluso que digan que esto es un mal necesario; y ciertamente son estos últimos los verdaderamente honestos. Porque si nos dieran a elegir entre cortar un árbol o no tener con que limpiarse cuando vamos al baño, la respuesta nuestra sería: no cortar un árbol, sino el bosque entero si fuera necesario.
Sí, así de egoístas somos la raza humana, nos situamos en el centro del mundo cuando ni siquiera nos sentimos parte de él, pues tendemos a destruir la naturaleza, a cambiar paisajes naturales y a humanizarlos a nuestra comodidad no conformes a lo que la tierra nos ofrece la adulteramos y manipulamos a nuestro antojo. La naturaleza forma parte de un equilibrio perfecto del que nosotros estamos excluidos, cada organismo tiene un papel en ese ciclo, pero y el hombre ¿qué aporta a esto? La respuesta que me gustaría dar es que somos un ser importante y que eso justifica el daño causado, o incluso que somos neutrales en todo esto, pero lo cierto es que más que aportar dañamos, y más que crear destruimos. Hasta tal punto llega esto que por cada "genialidad" creada supone una gran perdida para nuestro planeta y esto no afecta únicamente al entorno, sino que nos daña directamente a nosotros, y esto sin duda es lo mejor que podemos estar haciendo por la Tierra: estamos cavando nuestra propia tumba.
Y si algún día desapareciéramos de la faz de la Tierra y alguien le preguntara a Ella por qué, la respuesta sería la misma que la que daría cualquier investigador médico si le preguntasen porque experimenta con animales: Eran ellos o yo.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Ideología
La ideología, los valores, los principios; estos tres conceptos son el resultado de la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Son la suma del contexto y de nuestras propias ideas. Todo eso es cierto sí, pero además son mucho más son lo que somos, nuestra identidad. Y es que no somos solo lo que comemos, somos las decisiones que tomamos regidas por nuestros propios valores y principios, por nuestra ideología. Estas tres palabras siempre están presentes en todos los momentos de nuestra vida de una forma u otra.
¿Tú en que crees?¿Cuál sientes que es tú deber en este mundo?¿Serías capaz de volcar tu vida entera en ello?¿Incluso serías capaz de morir por esa causa?
Yo personalmente admiro a todas esas personas que son capaces de dar la vida por lo que creen. Esa gente que se entrega a sus creencias de forma frenética y desinteresada tienen una gran suerte, es más tienen algo mucho más importante, un propósito. Porque si hay algo que está claro es que no es lo mismo matar por una causa que morir por ella. El ser humano necesita sentirse parte de un grupo y todo aquel que es independiente de todo que dice no formar parte de una ideología miente, todos nos sentimos identificados por algo y si no nos entregamos a ello es porque no queremos, o simplemente no tenemos el suficiente valor para ello.
Pero si todavía no has encontrado tu lugar y crees que sobras, que no hay sitio para ti; si así es como te sientes desengáñate, sal ahí fuera y conoce, conquista el mundo, pero sobre todo búscate a ti mismo. Sal en busca de lo que deseas ser, encuentra tus límites si es que existen para alguien, y encuentra tu verdad, tu bien y tu mal. Pon tu entrega en encontrarlos y cuando lo logres no frenes sigue avanzando. No dejes que el ritmo frenético de esta sociedad te impida luchar lo que eres, y que nadie cambie tus propósitos con palabras vacías. No importa que alguien no esté conforme, que no aprueben tus actitudes, ¿y qué sabrán ellos?
Hoy en día es muy fácil criticar los grupos de gente que comparte ideales y estos van desde algo tan antiguo como la religión hasta la banalidad de la estética. Y desde aquí ahora me dirijo al intolerante, a todo aquel que se cree con el derecho de juzgar. No, no lo tienes, nadie lo tenemos y en lugar de malgastar tu tiempo deberías iniciar tú también tu propio camino y comenzar a volcarte en lo que eres.
Porque me llena de tristeza descubrir a gente que se rinde en su búsqueda porque alguien le convenció de que estaba equivocado o incluso que era algo "ridículo", pero mucho más me duele ver como alguien puede criticar una ideología sin siquiera tener el valor de encontrar la suya.
¿Tú en que crees?¿Cuál sientes que es tú deber en este mundo?¿Serías capaz de volcar tu vida entera en ello?¿Incluso serías capaz de morir por esa causa?
Yo personalmente admiro a todas esas personas que son capaces de dar la vida por lo que creen. Esa gente que se entrega a sus creencias de forma frenética y desinteresada tienen una gran suerte, es más tienen algo mucho más importante, un propósito. Porque si hay algo que está claro es que no es lo mismo matar por una causa que morir por ella. El ser humano necesita sentirse parte de un grupo y todo aquel que es independiente de todo que dice no formar parte de una ideología miente, todos nos sentimos identificados por algo y si no nos entregamos a ello es porque no queremos, o simplemente no tenemos el suficiente valor para ello.
Pero si todavía no has encontrado tu lugar y crees que sobras, que no hay sitio para ti; si así es como te sientes desengáñate, sal ahí fuera y conoce, conquista el mundo, pero sobre todo búscate a ti mismo. Sal en busca de lo que deseas ser, encuentra tus límites si es que existen para alguien, y encuentra tu verdad, tu bien y tu mal. Pon tu entrega en encontrarlos y cuando lo logres no frenes sigue avanzando. No dejes que el ritmo frenético de esta sociedad te impida luchar lo que eres, y que nadie cambie tus propósitos con palabras vacías. No importa que alguien no esté conforme, que no aprueben tus actitudes, ¿y qué sabrán ellos?
Hoy en día es muy fácil criticar los grupos de gente que comparte ideales y estos van desde algo tan antiguo como la religión hasta la banalidad de la estética. Y desde aquí ahora me dirijo al intolerante, a todo aquel que se cree con el derecho de juzgar. No, no lo tienes, nadie lo tenemos y en lugar de malgastar tu tiempo deberías iniciar tú también tu propio camino y comenzar a volcarte en lo que eres.
Porque me llena de tristeza descubrir a gente que se rinde en su búsqueda porque alguien le convenció de que estaba equivocado o incluso que era algo "ridículo", pero mucho más me duele ver como alguien puede criticar una ideología sin siquiera tener el valor de encontrar la suya.
lunes, 26 de agosto de 2013
Inspiración
En mi mente despacio al final me sumerjo,
nado entre lágrimas en mis más tristes recuerdos;
busco un ápice de cordura y enseguida lo deshecho
y me aferro a mi locura para escribir tan locos versos.
Mi alma informe se diluye y se degrada,
se retuerce y sufre por todos mis grandes fallos,
y es que en el fondo de mi ser una extraña nada,
y se lamenta profundamente por cada uno de mis fracasos.
Mi humilde corazón de muerte está herido,
y por él sangre color carmín sin fin gotea,
y una mano de artista con ella ha pintado
un lienzo en memoria de todo aquel que algo anhela.
De mis ojos brotan lágrimas de tinta,
que por mis pómulos a un papel se derrama.
escribiendo los más tristes poemas
por cada persona en este mundo que no ama.
De mi frente un sudor frío cae a tierra y de él mana
todo río de agua tibia, a veces dulce, a veces salada,
si una gaviota pasa volando y de él bebe entonces canta
trágicas baladas y gestas por cada promesa olvidada.
De mis labios rojo fresa sin control lamentos brotan,
con hondas penas que alimentan un fantasma encadenado,
que cuando el delirio nubla su mente sus palabras solo narran
melancólicas fábulas por cada sueño rechazado.
Soy lágrima, soy brisa, soy susurro, soy canción,
soy poema, soy promesa, soy sueño y oración.
Soy acierto, soy fracaso, soy aquella inspiración
que riega y cultiva los anhelos del corazón.
Soy la hazaña donde el caballero halló su gesta,
soy el oscuro temor que durante la noche te atormenta,
soy el deseo y la imaginación que desde siempre alimenta
el alma soñadora de cada niño y de cada poeta.
nado entre lágrimas en mis más tristes recuerdos;
busco un ápice de cordura y enseguida lo deshecho
y me aferro a mi locura para escribir tan locos versos.
Mi alma informe se diluye y se degrada,
se retuerce y sufre por todos mis grandes fallos,
y es que en el fondo de mi ser una extraña nada,
y se lamenta profundamente por cada uno de mis fracasos.
Mi humilde corazón de muerte está herido,
y por él sangre color carmín sin fin gotea,
y una mano de artista con ella ha pintado
un lienzo en memoria de todo aquel que algo anhela.
De mis ojos brotan lágrimas de tinta,
que por mis pómulos a un papel se derrama.
escribiendo los más tristes poemas
por cada persona en este mundo que no ama.
De mi frente un sudor frío cae a tierra y de él mana
todo río de agua tibia, a veces dulce, a veces salada,
si una gaviota pasa volando y de él bebe entonces canta
trágicas baladas y gestas por cada promesa olvidada.
De mis labios rojo fresa sin control lamentos brotan,
con hondas penas que alimentan un fantasma encadenado,
que cuando el delirio nubla su mente sus palabras solo narran
melancólicas fábulas por cada sueño rechazado.
Soy lágrima, soy brisa, soy susurro, soy canción,
soy poema, soy promesa, soy sueño y oración.
Soy acierto, soy fracaso, soy aquella inspiración
que riega y cultiva los anhelos del corazón.
Soy la hazaña donde el caballero halló su gesta,
soy el oscuro temor que durante la noche te atormenta,
soy el deseo y la imaginación que desde siempre alimenta
el alma soñadora de cada niño y de cada poeta.
jueves, 1 de agosto de 2013
Justicia
Tras los barrotes de una cárcel el destino quiso que dos presos cruzaran sus caminos. Uno de ellos le preguntó a otro:
-Llevo aquí mucho tiempo y no he visto que apartes tu vista de la foto de esa mujer ni tan siquiera un momento, ¿quién es ella? Veo en tu mirada dolor y sinceridad, pero no veo a un mal hombre, dime amigo pues ¿por qué estás aquí?
-Me es muy difícil contarte esto, pero llevo encerrado aquí tanto tiempo que ni recuerdo la fecha. Esta bien, presta atención: " Estoy aquí donde todo el que incumple paga, estoy viendo a mi libertad encerrada entre estas paredes, porque un día al llegar de la universidad a casa vi que mi madre estaba brutalmente golpeada en una rincón de la cama. Me acerqué y le pregunté que le pasó, y me respondió que se resbaló y se golpeó contra una mesa. No creí ni una palabra porque yo le vi en el rostro las marcas de sus puños, los puños de aquel monstruo. La miraba y ya no la reconocía, estaba deformada, con el rostro demacrado y, pese a su disimulo, asustado. Le di un vaso de agua, un beso y en ese instante supe que a ese tipo lo iba a matar cuando lo tuviera delante. Así que puse un cuchillo en mi bolsillo y a la oscuridad del pasillo le pedí asilo. A la una más o menos llegó y dijo ábreme perra, yo salí a recibirle y le dije que estaba sobrando uno de los dos en esta tierra. Por si no lo imaginas lo mío fue ensañamiento, no deje espacio para otro hueco en su cuerpo. Después que estaba muerto, de nuevo lo maté dos o tres veces más, luego fui y me entregué al momento a la policía. Ahora no me interesa cuanto tiempo este aquí dentro me duele por los estudios, sí y por mi madre que está sufriendo. Pero de nada me arrepiento si me volviera el tiempo atrás ten la seguridad que lo apuñalaría una vez más.
Hoy cumplo mi condena porque apliqué mi propia justicia y porque pensé que esas cosas no se resuelven con multas, y ahora solo pido que la vida me de la oportunidad de disfrutar a mi vieja una vez más.
Y si no te supone un problema, me gustaría a mí también saber el motivo de tu estancia aquí. Descarga sobre mí tu yugo y haz tu carga más ligera.
-Esta bien, sucedió exactamente así: "Yo era un trabajador como otro cualquiera, tenia una familia y un hogar feliz, una mujer hermosa y una niña que adoraba, que al verme corría hacía mí y me abrazaba con fuerza. Todo estaba bien hasta que un día mi vecino a mi niñita se le cruzo por delante. Le prometió una muñeca que tenia largo el pelo y se la llevó a su casa. La besó y toco sus senos, puso caramelos en sus manos, le levantó la saya y me la destrozó por dentro hermano. Como loca la buscaba mi mujer y alguien le dijo que la vio subir con él. Cuando llegué me encontré a mi esposa llorando y a mi niña en el sofá, estaba temblando. Las amenazó con que las mataría si le decían lo sucedido a la policía. No había pasado nunca por un momento tan trágico, me quede pálido en y sin ánimo. Aquel maniático me arruinó la vida, me dejó sin fuerzas. La deje en el hospital volví a la finca y cogí un cuchillo igual que tú, a que bajara en la escale me senté a esperar. Bajó sonriendo el muy canalla. Lo cogí y con el cuchillo más de cien veces le apuñalé, escupí y golpeé la cara de ese enfermo y seguí aunque sabía que hacía rato que estaba muerto.
Solo le pido a dios que me deje ir al infierno para volverlo a matar y sangrando verlo de nuevo. Hoy cumplo mi condena y mi querida hija comprende que papá no tubo otra salida; y aún así mi tristeza no tiene medida
porque hay cosas que traumatizan y nunca se olvidan.
Justicia quítate la venda de los ojos y dime,
ellos han obrado mal pero ,¿han cometido un crimen?
Justicia quítate la venda de los ojos y dinos,
ellos han matado a hombres pero, ¿son asesinos?
La historia de estos hombres es más que conmovedora, pero están cumpliendo una larga condena en prisión. En vuestra opinión, ¿qué debería haberse hecho? ¿Está bien mezclar la moral con las leyes? ¿Deberían estos hombres ser libres?
En mi opinión la ley y la moral siempre han estado juntas, y es que cada sociedad tiene sus propias leyes porque cada sociedad sigue una moral diferente. Y las leyes deben ser imparciales sí pero no debemos olvidar que nuestra condición moral es el origen de cualquier ley. Lo que está bien y mal no es otra cosa que la moral al fin y al cabo.
Debemos pensar que en nuestras cárceles hay cientos de personas que, como estos dos hombres, no vieron otra salida justa. Es cierto que debemos confiar en la justicia y esperar a que esta tome sus medidas pero, también es cierto que la justicia no siempre es del todo "justa".
Esta es mi opinión y me gustaría que me dejaran la suya en los comentarios.
martes, 30 de julio de 2013
Decisiones
A continuación os voy a mostrar unos relatos que forman parte de la vida de muchas personas. En la vida hay que seguir adelante pase lo que pase caiga quien caiga siempre continuar adelante... ¿o no? Es nuestra decisión, correcta o errada es únicamente nuestra.
En una casa lejos de aquí una niña se desvela; siente empujones, gritos; dolida escucha frases como márchate, ya no te necesito. Que ofensas tan desagradables entre sus padres casi no puede creerlo y opta por darle libertad a una lagrima que cae sobre su rostro. Sus padres se comportan como dos seres con rabia piensa, y de repente oye adornos que caen al suelo. Abriéndole el pasó a la preocupación la niña siente miedo y se tapa los oídos. La discusión enseguida se ha convertido en un duelo, todo por celos, sus posiciones parecen de hielo, desconfían el uno del otro impasibles, sienten que algo se ha roto, algo que ya no tiene arreglo.
Papá comienza a recoger todas sus cosas y la palabra divorcio entonces sale de su boca. Mamá destroza de un tirón su camisa y le dice no te llevarás a la niña y la riña sufrió un eclipse. De pronto él le dijo: mira quédate lo que quieras pero que la niña decida con quien se queda.
Pero la niña tiene doce años y decidir mucho le cuesta, se siente confundida y con un suspiro intenta contestar. Sabía que alguna respuesta a alguien le haría daño y dice finalmente algo como: necesito ir un momento al baño. A aquella situación le quiere poner un fin y se para lentamente al frente de un botiquín, agarró el primer pomo de pastillas que encontró. Y esa fue la decisión que ella tomó.
Este es el caso de un muchacho al que no le atraen las mujeres, pero que no quiere que su padre se entere. Él suele reunirse lejos con su pareja, por temor a abochornarlo o a manchar su intacto honor. El chico sufre por amor y no tiene el valor de hablar sobre sus preferencias, pues sabe que el viejo no las va aceptar. Su padre ha de sospechar pues no lo ve con intenciones de presentarle una novia, él se agobia y odia darle condones. Ya supone que su hijo con otro se acuesta y no deja de imaginarse orgías en inmorales fiestas, hasta tal punto que pensar le molesta y le produce dolor.
La vida es cruel a veces y no nos deja opciones. Hay veces que el mundo nos cae encima con más espinas que flores, y cuando eso pasa cualquiera desde fuera puede brindar mil y una soluciones, pero recuerda esto, no todo el mundo sabe tomar decisiones.
Papá comienza a recoger todas sus cosas y la palabra divorcio entonces sale de su boca. Mamá destroza de un tirón su camisa y le dice no te llevarás a la niña y la riña sufrió un eclipse. De pronto él le dijo: mira quédate lo que quieras pero que la niña decida con quien se queda.
Pero la niña tiene doce años y decidir mucho le cuesta, se siente confundida y con un suspiro intenta contestar. Sabía que alguna respuesta a alguien le haría daño y dice finalmente algo como: necesito ir un momento al baño. A aquella situación le quiere poner un fin y se para lentamente al frente de un botiquín, agarró el primer pomo de pastillas que encontró. Y esa fue la decisión que ella tomó.
Este es el caso de un muchacho al que no le atraen las mujeres, pero que no quiere que su padre se entere. Él suele reunirse lejos con su pareja, por temor a abochornarlo o a manchar su intacto honor. El chico sufre por amor y no tiene el valor de hablar sobre sus preferencias, pues sabe que el viejo no las va aceptar. Su padre ha de sospechar pues no lo ve con intenciones de presentarle una novia, él se agobia y odia darle condones. Ya supone que su hijo con otro se acuesta y no deja de imaginarse orgías en inmorales fiestas, hasta tal punto que pensar le molesta y le produce dolor.
Se recuesta en la almohada y se pregunta en que falló, entonces se levanta y grita molesto: ¡Esto no lo merezco yo! Lloró y lloró y se pasó el día entre lágrimas porque en la sociedad actual es más fácil decir maricón que homosexual. Entonces pensó con más calma, con un pañuelo secó su rostro y comentó: hay homosexuales que son más hombres que muchos hombres que yo conozco. Con eso se sacó el monstruo de dentro y se dijo: esto no puede matar lo que yo siento por mi hijo. Psicológicamente el hombre se preparó se sentó a esperar hasta que su hijo llegó, lo besó te quiero como seas, le confesó, y esa fue la decisión que él tomó.
Ahora viene un matrimonio de tres décadas felices que ha sido destruido por un largo y doloroso cáncer. La señora habla sola y llora entre cuatro paredes en una casa que siempre está oscura, como su vestimenta y va al cementerio los jueves. Mira por su ventana y en sus ojos siempre llueve y ya no sabe que hacer para que por fin Dios se la lleve. Y es que a escondidas trama con huir del mundo, tras su hombre, sueña con volver a estar juntos. Pero de pronto, mira su perro un segundo, él mueve su cola contento. Ella le pasa la mano y algo raro siente por dentro, comprendió que su esposo era lo que más amaba, pero no era lo único que le quedaba. Apartó una foto de su pecho y soltó la última lágrima. Camina y cocina para los dos, o para los tres piensa, y entonces vuelve a suplicar: devuélvemelo Dios.
Descubrió que tenía voz, vida y amor para dar, entonces se cambio de ropa y saco al perro a pasear. Ella aún solía escuchar a su compañero, hablar de fútbol mientras tomaba su sopa pero, desde enero ya no está a su lado, y debe comprender que no han dejado de ser marido y mujer por él fallecer. Y aprendió que en la vida hay que tener valentía que si ella se la quitaba él no la perdonaría, abrió la ventana miro el suelo un momento, sacudió la cabeza y se sentó con su perro en un sillón, y esa fue la decisión que ella tomó.
Ahora viene un matrimonio de tres décadas felices que ha sido destruido por un largo y doloroso cáncer. La señora habla sola y llora entre cuatro paredes en una casa que siempre está oscura, como su vestimenta y va al cementerio los jueves. Mira por su ventana y en sus ojos siempre llueve y ya no sabe que hacer para que por fin Dios se la lleve. Y es que a escondidas trama con huir del mundo, tras su hombre, sueña con volver a estar juntos. Pero de pronto, mira su perro un segundo, él mueve su cola contento. Ella le pasa la mano y algo raro siente por dentro, comprendió que su esposo era lo que más amaba, pero no era lo único que le quedaba. Apartó una foto de su pecho y soltó la última lágrima. Camina y cocina para los dos, o para los tres piensa, y entonces vuelve a suplicar: devuélvemelo Dios.
Descubrió que tenía voz, vida y amor para dar, entonces se cambio de ropa y saco al perro a pasear. Ella aún solía escuchar a su compañero, hablar de fútbol mientras tomaba su sopa pero, desde enero ya no está a su lado, y debe comprender que no han dejado de ser marido y mujer por él fallecer. Y aprendió que en la vida hay que tener valentía que si ella se la quitaba él no la perdonaría, abrió la ventana miro el suelo un momento, sacudió la cabeza y se sentó con su perro en un sillón, y esa fue la decisión que ella tomó.
La vida es cruel a veces y no nos deja opciones. Hay veces que el mundo nos cae encima con más espinas que flores, y cuando eso pasa cualquiera desde fuera puede brindar mil y una soluciones, pero recuerda esto, no todo el mundo sabe tomar decisiones.
lunes, 29 de julio de 2013
El rey sin corona
"Había una vez un rey que entró en la ruina y se queda sin castillo, un mendigo le brindó a él y a su familia abrigo y un techo sin conocer la procedencia del hombre. Un día el rey recuperó por fortuna todo lo que antes le había pertenecido. Entonces anunció al mendigo su marcha y le ofreció un puesto en la corte a su lado y riquezas para él y su familia. El mendigo enseguida rechazó su oferta y con una sonrisa en los labios le dijo: pagamelo con una buena acción mañana.
Y el rey se marchó con una sensación extraña, pero supo que ese hombre le había enseñado mucho aquel día, que aunque parezca que vivamos en un mundo que está en una constante batalla siempre hay personas que te ofrezcan un refugio en medio de todo ese caos.
Entonces se sonrió, y tomo su decisión, fue a su castillo, cogió su corona, y la vendió. Entregó todo el dinero a sus súbditos y también a aquellos que no lo eran. La corona simbolizaba el reino y la entrega de su valor significaba que el reino era para el disfrute de todos. Pronto llegó el carro encargado de repartir el dinero casa de una familia de mendigos que vivía a las afueras de la ciudad, el mendigo recibió al hombre pero no el dinero que le entregaba y le dijo que se lo quedara para cuidar de su familia, el hombre no supo como agradecerselo y el mendigo simplemente le dijo: pagamelo con una buena acción mañana."
Esta es la historia del primer rey que fue feliz sin corona, y que nos enseña que cualquier acción forma parte de un ciclo. Que todo lo que hacemos tarde o temprano se nos es devuelto.
Y es que no somos lo que comemos, como dice el dicho popular, somos lo que hacemos, como nos comportamos con el resto, así que intenta ser lo mejor posible para llegar a ser algo grande y recibir algo más que miseria.
Recuerda que siempre va ha haber alguien que esté ahí, alguien que esté dispuesto a brindar su ayuda desinteresadamente, a ti y a cualquiera que lo necesite. Así que no perdamos la fe en la humanidad tan pronto, porque sí, es cierto que existen personas malas que hacen mucho mal, pero también lo es que las buenas acciones existen, solo hace falta mirar mejor.
Nadie puede negar que a veces las fechorías superan con creces los buenos actos pero, es nuestra responsabilidad luchar porque esto cambie. Hagamos cosas buenas, es más, hagamos porque el resto del mundo haga cosas buenas. Y es que hay tantas veces que nos comportamos como verdaderos hipócritas, miramos las desgracias de los demás y nos compadecemos de ellos y echamos las culpas de todo al gobierno o al poder, y os digo algo: la misma culpa tiene el que comete el fallo que el que no hace nada para solucionarlo.
Y os preguntaréis ¿qué puedo hacer yo? Mucho, puedes hacer mucho basta con una buena acción, con una pequeña acción para hacer de este mundo un lugar mejor, y esa debería ser nuestra prioridad, porque vivimos en una sociedad podrida que aplauda las grandes gestas mucho antes que los pequeños gestos, y ese es precisamente nuestro mayor problema, nos acostumbramos a la maldad sin sospechar que podemos vencerla.
Y esto es todo lo que tenía que decirte, gracias por la atención y si te ha gustado y no sabes como agradecérmelo, ya sabes lo que tienes que hacer.
Prólogo (II)
- Me llena de alegría saber que has reconsiderado nuestra petición, procede pues que nos presentemos y que respodamos a todas tus incógnitas. Mi nombre es Caín, y a mis costados se encuentran mis hermanos Gabriel (refiriéndose al rubio) y Silvio (refiriéndose al de cabello más rojizo)
Era extraño pero contemplándolos con detenimiento me parecieron hombres muy hermosos, pero no es que lo fueran, ni sus rasgos eran finos ni poseían un cuerpo escultural, simplemente tenían esa belleza de lo sobrenatural.
- He acudido aquí para aceptar vuestra oferta, pero también para negociar sus términos. Inicialmente me ofrecisteis únicamente a mí que aceptara vivir con ustedes, más ahora les pido, les ruego, que dejen que mi hermana Luciana me acompañe.
-Es una propuesta importante pero no nos costará gran sacrificio aceptarla, pero para eso debes hacer tú un sacrificio por nosotros joven, un gran sacrificio.
- Estoy dispuesto a lo que sea por conseguir escapar de esta horrible vida a la que hasta ahora no le veía ninguna salida. Pero antes necesito saber, ¿por qué yo y no cualquier otro?
-Eso es bastante obvio, tú tienes unos dotes y unas capacidades para rastrear y para matar que cualquier otro no tiene.
-¿Y para qué necesitan esas capacidades?
Aquel hombre no parecía dispuesta a contestar a mi pregunta, y dio por concluida la conversación.
-Eso es bastante obvio, tú tienes unos dotes y unas capacidades para rastrear y para matar que cualquier otro no tiene.
-¿Y para qué necesitan esas capacidades?
Aquel hombre no parecía dispuesta a contestar a mi pregunta, y dio por concluida la conversación.
-Bien pues, mañana prepara tu equipaje y que tu hermana haga lo mismo. Seremos nosotros los que personalmente acudamos en vuestro encuentro.
Y tras estás palabras salí de allí, sin darme cuenta de que la chica de la entrada ya no estaba allí y de que aquel lugar parecía ahora mucho más terrorífico.
Dormí poco aquella noche y al ver llegar el alba supe que destinaría el día a prepararnos a mí y a mi hermana y a esperar con impaciencia la llegada de aquellos hombres, que me prometían más de lo que yo podía soñar: una nueva vida.
Hasta el crepúsculo no hicieron aparición los tres hombres, llegaron a caballo y nos recibieron fuera de casa, donde ya estábamos esperándoles.
Lo que sucedió a continuación fue muy brusco y tan rápido que me produce vértigo aún al recordarlo.
Nos colocamos frente al hombre pelirrojo y este nos rodeo con sus brazos, no pude evitar estremecerme al darme cuenta de lo frío que era el contacto con su piel. Caín y Gabriel se separaron de nosotros entraron en casa, todo fue tan inevitable que cuando quise darme cuenta de que lo que siempre había sido mi seguro hogar se encontraba ardiendo bajo la luz de las estrellas. Grité:
-¿Qué significa esto?
-Dijiste que estabas dispuesto a pagar cualquier precio Ian.
- Sois unos asesinos vais a martarlos, estáis matando a mis padres.-Dije sin poder contener mis lágrimas.
De entre las llamas salió Gabriel, tras de él se oían los gritos agónicos de mi madre consumiéndose entre las llamas, esos gritos me atormentaron por las noches durante décadas.
Él rió y me dijó:
- ¿Nosotros unos asesinos? jajajajaja. Tú eres el único asesino Ian, si tus padres mueren será por tu única culpa, querías un futuro, una vida para ti y para tu hermana, costase lo que costase, eso nos dijiste, y ahora es muy tarde para echarse atrás. Tú entregaste a tus padres, tú decisión egoista hizo que se dictaran sus destinos y con ello su fin.
- Por favor- imploré- dejad que nos marchemos no quiero ver esto.
En eso momento me dí cuenta de que mi padre se arrastraba por el suelo hacia mí, y que con lágrimas en los ojos me contemplaba horrorizado. Caín surgió tras él, lo pusó en pie y se dirigió a mí.
- No, claro que no puedes marcharte, tu eres su verdugo esta noche, ellos merecen saber, merecen saber que su hijo a comprado una buena vida y que ellos han sido el precio. No muestres la deshonra de abandonar el campo cuando has sido tú quien a pronunciado el grito de guerra. Antes has afirmado que tu padre no tiene corazón, que no lo usa para más que para latir, dime, ¿para qué quiere un hombre un corazón si apenas puede sentir sus latidos?
Y Caín tomó a mi padre por el pecho y con una fuerza sobrenatural que no sabía que existía le arranco el corazón con sus propias manos, y lo tiro al suelo, a mis pies.
El dolor y la culpa fue lo único que sentí después, ¿cuántas veces había pronunciado a mis padres las palabras os odio? ¿Cuántas veces desee su muerte en silencio? Pero ahora, ahora sabía que debes tener cuidado con lo que deseas, porque, sin quererlo se puede hacer realidad. Con que ojos me miraría ahora Dios, yo que había condenado a mis padres a una muerte horrible, que lo último que mis padre había oido de mi fue un: no mereces ser llamado hombre.
Creí que todo había acabado, que ya no podíamos sufrir dolor comparable al que esa noche Lucy y yo habíamos experimentado, pero una vez más me equivocaba.
Al volver al castillo, en medio de aquella gran sala Caín me agarró por la sien y recitó unas palabras que no entendí entonces, noté que algo comenzaba a cambiar en mí, mi vista se nublo y un dolor indescriptible se apoderó de todo mi cuerpo. En la lejanía oía una voz diciendo.
-Enhorabuena Ian, ahora eres de los nuestros, perteneces a la familia.
Pensé con ironía que en el fondo ellos nunca me habían mentido ni había sufrido traición alguna, ya que todo lo prometido y acordado había acontecido como se predijo, y yo, que creía que había salvado a mi hermana de una vida de miseria la encaminé, tras de mí, a un destino mucho peor.
Mi último pensamiento como humano fue hacia mis padres, cuyas vidas habían sido sacrificadas para que yo pueda entregar mi alma al diablo a cambio de un futuro que ya no valía nada."
Mi último pensamiento como humano fue hacia mis padres, cuyas vidas habían sido sacrificadas para que yo pueda entregar mi alma al diablo a cambio de un futuro que ya no valía nada."
He aprendido a aceptar mi existencia, en lo que mi hermana y yo nos convertimos aquella noche, se nos ha llamado por muchos nombres a lo largo de la historia pero el más utilizado sin duda es hijos de Hugin, que hace referencia a una de los cuervos del Dios nórdico Odin, significa pensamiento o recuerdo, ya descubriréis por qué.
Pero ya no me parezco en nada a lo que fui antaño, durante esa etapa eterna de oscuridad; no, ahora soy algo mucho peor.
viernes, 26 de julio de 2013
Prólogo (I)
Mis orígenes... tanto tiempo pasó desde que acontecieron los sucesos que aquí os voy a contar que me cuesta un arduo trabajo recordarlo todo y aún así solo conservo vagamente una pequeña parte.
Veamos: todo sucedió hace unos cientos o miles de años, en una pequeña aldea situada... los detalles son relevantes el caso es que sucedió.
"Yo era un joven campesino, nada importante, que no destacaba demasiado. Mi familia de cuatro miembros apenas ganaba lo suficiente como para subsistir, así que mi hermana Lucy y yo nos vimos obligados a obtener dinero por nuestra cuenta. A partir de entonces mi vida fue orientada hacia la caza, fui adiestrado para ello, pocas piezas se me escapaban y algunas eran de gran valor. Mi hermana por su parte no podía más que sentarse en las calles y mendigar lo que las pocas personas con buen corazón que todavía quedaban decidían darle, que en su gran esfuerzo no era poco pero jamás era suficiente. Ella fue la que primero se dio cuenta de la verdadera situación de la aldea. Las familias más pudientes vendían la imagen de un pueblo próspero y tranquilo ideal para vivir, pero nada estaba más lejos de la realidad que eso.
La desesperación se sentía en las calles, la delincuencia no hacía más que aumentar, y lo que siempre había sido un lugar llena de armonía dio paso a la tragedia. Los ricos dejaban de serlo y los pobres lo eran aún más. Todo ello se sumaba a los oscuros rumores que ya corrían por toda la aldea, susurros que llegaban desde los más apartados rincones para contarte las historias que jamás podrás apartar de tus pesadillas.
En mi casa también comenzaba a notarse esa escasez, que si antaño ya era grande ahora se estaba volviendo insoportable. Tuve que aguantar incontables miradas de desprecio, de decepción de mi madre; y los gritos y palizas de mi horrible padre. Al principio no los culpaba, la situación se estaba tensando para todos y el nerviosismo tiene muy pocas vías de escape, me decía. Pero llegó el día en el que todo cambió, me encontraba agazapado entre unos arbustos esperando a mi presa cuando una presencia extraña me sorprendió.
Me gire bruscamente desorientado para comprobar de que se trataba, era un hombre alto con el cabello oscuro semejante al ala de un cuervo y una tez blanca digna de una princesa que no había salido jamás de su fortaleza, y esto en aquella época era verdaderamente raro de ver. Al principio me contempló en silencio con sus penetrantes ojos negros, y yo no podía evitar estremecerme de puro terror, no es que fuera un hombre terrorífico, pero su mera presencia hacía vibrar todas las fibras de mi cuerpo. Por fin se decidió a hablar rompiendo así la barrera que entre ambos se había alzado:
- Buenos días Ian, siento haberte interrumpido en plena labor, pero creeme lo que debo proponerte es mucho más importante que cualquier presa.
Conocía mi nombre... pero eso no fue lo que más me llamó la atención, sino que fue dicha propuesta que a continuación me nombró:
-Tu silencio me otorga pues la oportunidad de explicarme, te lo agradezco. He estado observando la situación de la aldea y no he podido evitar pararme a pensar en las personas que más están padeciendo esto: sus propios habitantes. Y eso me ha llevado directamente a ti Ian y a tu familia. Vengo para brindarte lo que sin duda será la oportunidad de tu vida, la oportunidad de empezar de cero, de vivir una nueva vida, volver a nacer. Mi prospera situación me ha llevado a querer llevarte conmigo, a compadecerme de ti para que así puedas llevar una vida más honrosa.
- ¿Por qué yo y no cualquier otro?
- ¿Tú pregunta quiere decir qué aceptas mi oferta?
- No, simplemente es una pregunta.
- Entonces me temo que no puedo satisfacer tus deseos de saber, al anochecer acudo al gran castillo situado a las afueras de la aldea, te estaremos esperando.
- Oiga yo agradezco su oferta y la buena fe con la que esta está pronunciada, más siento no poder aceptarla, nunca lograría vivir cómodamente a consta de su bienaventurada generosidad.
El hombre desvió la mirada pensativo y por primera vez vi en su rostro una expresión que mostrara su lado humano, era el desconcierto, sin duda no esperaba dicha reacción en mí.
-Muy bien, si es lo que deseas.. aún así esta noche te estaremos esperando, y tu vendrás rogando que retomemos la oferta.
Y con esto el misterioso hombre se despidió con una amplia y no menos sospechosa sonrisa.
Pasé la mitad del día intentando concentrarme en la caza, más no me fue posible, así que por primera vez en mucho tiempo desatendí mis responsabilidades e inicié el retorno a casa. Antes pasé por el mercado para vender lo poco que había conseguido. Nada raro encontré allí, era el mismo ambiente recargado de siempre, en las esquinas mujeres lujuriosas y otras desesperadas empleaban los placeres del sexo para aliviar sus bolsillos, una de estas mujeres se me lanzó a los pies y comenzó a desabrocharme los pantalones, yo la aparte de un puntapie y continué mi camino con desidia, pero de pronto el horror baño mis ojos. Me fijé en una de esas mujeres, que destacaba entre las demás por ser mucho más joven que el resto, tenía los cabellos rubios y mostraba los senos con la mirada perdida mientras un hombre la acariciaba cada vez con intenciones más notables. Fue al contemplar su rostro cuando las piernas me comenzaron a temblar y presó de la desesperación corrí hacia ella y grité:
- ¡LUCY!
Ella me miró con verguenza en su rostro y se hecho a llorar, yo aparté de un empujón al hombre que estaba a punto de poseerla, pero el se negaba a marcharse.
- Apartate muchacho, espera tu turno, yo ya he pagado-me gritó malhumorado.
Al ver el hombre mi ignorancia hacía él comenzó a golpearme, y sin quererlo los dos nos enzarzamos en una pelea. Yo preso de la ira no cesé en mis golpes hasta que al fin malherido como me encontraba dejé de notar el movimiento del individuo debajo de mí, lo había matado.
Fue entonces cuando fui consciente de todo lo que había sucedido, cogí a mi hermana de la mano y corriendo regresamos a casa, al hogar, ante las atónitas miradas de la multitud.
Al regresar a casa Lucy cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar desconsoladamente, mi padre contemplo la escena y con pesar me dijo:
-Ahora tú también lo sabes.
-No puedo creer lo que oigo, ¿tú aprobabas esto? no tienes corazón, quien sea capaz de hacerle algo así a una pobre chica no merece ser llamado hombre.
Y estas palabras son las que sellaron mi destino, lo que siguió después fue una brutal paliza de mi padre y los lamentos y lloros de mi hermana que aún resuenan en mi cabeza.
Recuerdo muy bien, no sin un gran dolor, lo que ocurrió a continuación.
Era de noche y tal y como había predicho aquel extraño hombre, acudí al gran castillo a suplicar que volvieran con su oferta, solo que esta vez yo tenía algunas condiciones más. No puedo dejar que eso continúe, debemos vivir a cualquier precio, no importa nada más. Entre por las pesadas puertas de madera y una mujer me recibió inmediatamente, a pesar de la avanzada noche. En efecto me estaban esperando, la mujer me acogió con su amplia sonrisa y parecía no ser consciente de las cosas que ocurrían dentro de esas paredes de piedra, pero a pesar de todo parecía feliz y ese mero detalle lleno mi estúpido corazón de esperanza, aún podíamos ser felices.
Entre en una sala que parecía ser la principal y en el centro de ella había situadas tres pesadas sillas de cobre y plata. Recuerdo que la primera vez que las vi me pregunté como alguien podría haber levantado tales estructuras de metal, quizá siempre estuvieron allí, quizá el propio castillo se alzó en torno a esas sillas, y no las sillas para el castillo.
En la silla del centro se encontraba el hombre al que había recibido en la caza y a su izquierda y derecha un hombre rubio de aspecto sofisticado y con una expresión cruel en su rostro, y otro con el pelo cobrizo y una mueca solemne. Los tres tenían, a pesar de todo, la misma inexpresividad gélida.
El hombre moreno, que parecía ser el líder, se dirigió hacia mí con una cordial sonrisa, me asombró ver que todas las partes de mi cuerpo me pedían que corriera, que saliera huyendo de ese lugar, que algo horrible me sucedería si no me marchaba inmediatamente, pero lo ignoré aún pensando en un futuro mejor. ¿Por qué debí hacerlo? Que idiota que fui...
Continuará...
viernes, 19 de julio de 2013
Esto es por ti
Esto es por ti, te escribo esto porque siempre eres tú; eres tú el que me anima a seguir adelante, eres tú quien siempre me ha apoyado en cualquier decisión tomada, eres tú quien ha conseguido prender la llama de lo que nunca antes había ardido en mí.
Eres como un ángel que surge de repente, demasiado ageno a todo como para comprender que no podría destinar a un ser tan puro mi querer. Pero aún así me sonríes, me tomas la mano y me susurras al oido: "tranquila todo irá bien. Yo sé que no me amas que en tu corazón aún no hay hueco para mí, pero creeme que haré todo cuanto esté en mi mano para solucionarlo". Y entonces volvemos a caer, volvemos a comer del fruto prohibido en el que, sin remedio, quedamos atrapados.
Somos dos entes destinados a desearnos, a volvernos locos nada más pensar en el uno en el otro,todo y aún sabiendo que no es suficiente. Podremos vivir esto como una aventura, como una experiencia, disfrutemos el uno del otro como si lo demás no importara, y es que al fin y al cabo, cuando nos encontramos, el tiempo se detiene y nada importa más que nosotros. Y si es cierto que el amor es un sentimiento limpio y sincero igual de pura es la pasión que sentimos al contemplarnos. Somos dos seres que ansían encontrarse, que ansían juntarse, y ¿quién soy yo para frenar eso? Cuando al final todos somos seres movidos por el deseo.
El deseo nos invade, abandonémonos a él, sintamos lo que nunca antes nos habíamos atrevido a sentir, unámonos con los lazos del alma, pero no con los del corazón. Que nuestro vínculo se base en la libertad y en el deseo, en la pasión y en lo irracional; porque esos son los sensaciones más hermosas que todo ser humano busca, entregarse desenfrenadamente.
No busques mi amor, no puedo dártelo, pues ni siquiera a mí me pertenece, ni siquiera ya lo busco. No confío en él, ¿cómo confiar en un sentimiento que no trae más que dolor? ¿Cómo esperar que te ame si la única vez que amé fue fruto de un desengaño?
Querámonos mucho hoy y cuando sintamos que estamos preparados, cuando nos sintamos libres de estas cadenas que nos unen, cuando la dependencia que sentimos el uno por el otro se evapore, digámonos adiós. Ya que esta es la única manera de quedarnos con los bueno de cada uno, de recordar los buenos recuerdos siempre y llevarlos eternamente con nosotros, sin que el odio o el despecho empañen lo que un día sentimos.
Corramos juntos de la mano, como dos pájaros libres de alzar el vuelo y resignémonos a que esta parte del camino nos a tocado recorrerla juntos y que puede que en algún momento debamos separarnos de nuevo, para cambiar de compañero, para volver a empezar con esta locura pero nunca, para volver a hacernos daño.
Eres como un ángel que surge de repente, demasiado ageno a todo como para comprender que no podría destinar a un ser tan puro mi querer. Pero aún así me sonríes, me tomas la mano y me susurras al oido: "tranquila todo irá bien. Yo sé que no me amas que en tu corazón aún no hay hueco para mí, pero creeme que haré todo cuanto esté en mi mano para solucionarlo". Y entonces volvemos a caer, volvemos a comer del fruto prohibido en el que, sin remedio, quedamos atrapados.
Somos dos entes destinados a desearnos, a volvernos locos nada más pensar en el uno en el otro,todo y aún sabiendo que no es suficiente. Podremos vivir esto como una aventura, como una experiencia, disfrutemos el uno del otro como si lo demás no importara, y es que al fin y al cabo, cuando nos encontramos, el tiempo se detiene y nada importa más que nosotros. Y si es cierto que el amor es un sentimiento limpio y sincero igual de pura es la pasión que sentimos al contemplarnos. Somos dos seres que ansían encontrarse, que ansían juntarse, y ¿quién soy yo para frenar eso? Cuando al final todos somos seres movidos por el deseo.
El deseo nos invade, abandonémonos a él, sintamos lo que nunca antes nos habíamos atrevido a sentir, unámonos con los lazos del alma, pero no con los del corazón. Que nuestro vínculo se base en la libertad y en el deseo, en la pasión y en lo irracional; porque esos son los sensaciones más hermosas que todo ser humano busca, entregarse desenfrenadamente.
No busques mi amor, no puedo dártelo, pues ni siquiera a mí me pertenece, ni siquiera ya lo busco. No confío en él, ¿cómo confiar en un sentimiento que no trae más que dolor? ¿Cómo esperar que te ame si la única vez que amé fue fruto de un desengaño?
Querámonos mucho hoy y cuando sintamos que estamos preparados, cuando nos sintamos libres de estas cadenas que nos unen, cuando la dependencia que sentimos el uno por el otro se evapore, digámonos adiós. Ya que esta es la única manera de quedarnos con los bueno de cada uno, de recordar los buenos recuerdos siempre y llevarlos eternamente con nosotros, sin que el odio o el despecho empañen lo que un día sentimos.
Corramos juntos de la mano, como dos pájaros libres de alzar el vuelo y resignémonos a que esta parte del camino nos a tocado recorrerla juntos y que puede que en algún momento debamos separarnos de nuevo, para cambiar de compañero, para volver a empezar con esta locura pero nunca, para volver a hacernos daño.
lunes, 15 de julio de 2013
Recuerdos
Yo, flotando con las nubes
veo pasar los años,
que sin ti, más despacio transcurren.
Esos años perdidos e irrecuperables.
Esos que me consumen lentamente.
Yo sentado tras de mi ventana
observo la lluvia y recuerdo,
recuerdo aquellos felices años
que junto a ti pasé
Aquellos felices años que ya jamás repetiré.
Tú, tan hermosa como siempre
piensas en el tiempo sin mi transcurrido,
y recuerdas quizá mi aspecto vagamente.
Pero,¿acaso recuerdas mi sonrisa?
Pero,¿tú a mí me recuerdas tanto como yo te añoro?
Yo a ti sí te recuerdo,
hermosa y cálida como el Sol.
Siempre brillante y especial.
Siempre sonriente y divertida.
Siempre despistada y pensativa.
Yo aún te vislumbro como el primer día,
Y todavía de amor se me llena el corazón.
Pero,¿acaso tú a mí me recuerdas?
Porque en mí, tuyo había más de un pensamiento,
pero ahora de ti ya no me quedan más que recuerdos.
martes, 9 de julio de 2013
Manda a la mierda al mundo
Puedes sentir el mundo en contra y en contra tu voluntad cumplir las normas que impone esta sociedad, mas
no esperes piedad ni pasividad entre los hombres, el pesimismo es cruel pero ayuda que nada nos asombre.
Cuanto has sufrido por confiar en apariencias, pero yo pienso que no hay cazador que no se allá sentido presa. Hay una experiencia detrás de todo lo mal hecho, de todos los errores se aprende, es cierto, pero eso no quiere decir que no puedas volver a cometerlos.
Entérate de que se gana mucho cuando se es buen perdedor, batalla con honor, no temas a las tinieblas, que el cariño acaba ablandando hasta las piedras.
Sé que nadie comprende a los incomprendidos que para morirse solamente hay que estar vivo, la vida no está muy lejos del olvido, por eso no espero nada de nadie, tan solo cuento conmigo.
Levántate que no todo esta perdido toma mi mano amigo y gritemos juntos: "me canse de llorar a la mierda el mundo."
Encerrado en una tumba nunca esperes mucho más que flores, porque hasta después que sigues muerto siguen las malas acciones. Las gente es ingrata y sacan las garras cuando se sienten acorralados y acaban siendo lo que fueron siempre.
Agradece cuando estas cosas te pasen conocer a fondo un ser siempre es una ventaja. Date un respiro y olvida lo que te martiriza, ojala que ningún recuerdo triste logre apagar tu sonrisa.
Interioriza por favor date el valor que no te han dado, si te sientes rechazado o mal mirado y te da ocupado el abonado del amor; y además estás frustrado con rencor en tu mirada; cuéntale a tu almohada que te duele mucho que te traten como si no fueras nada, pero que nada te robara otra lágrima y que no necesitas que nadie te tenga lástima. Pasa la página mírate un segundo, vuélvete a levantar y grita: "a la mierda el mundo".
no esperes piedad ni pasividad entre los hombres, el pesimismo es cruel pero ayuda que nada nos asombre.
Cuanto has sufrido por confiar en apariencias, pero yo pienso que no hay cazador que no se allá sentido presa. Hay una experiencia detrás de todo lo mal hecho, de todos los errores se aprende, es cierto, pero eso no quiere decir que no puedas volver a cometerlos.
Entérate de que se gana mucho cuando se es buen perdedor, batalla con honor, no temas a las tinieblas, que el cariño acaba ablandando hasta las piedras.
Sé que nadie comprende a los incomprendidos que para morirse solamente hay que estar vivo, la vida no está muy lejos del olvido, por eso no espero nada de nadie, tan solo cuento conmigo.
Levántate que no todo esta perdido toma mi mano amigo y gritemos juntos: "me canse de llorar a la mierda el mundo."
Encerrado en una tumba nunca esperes mucho más que flores, porque hasta después que sigues muerto siguen las malas acciones. Las gente es ingrata y sacan las garras cuando se sienten acorralados y acaban siendo lo que fueron siempre.
Agradece cuando estas cosas te pasen conocer a fondo un ser siempre es una ventaja. Date un respiro y olvida lo que te martiriza, ojala que ningún recuerdo triste logre apagar tu sonrisa.
Interioriza por favor date el valor que no te han dado, si te sientes rechazado o mal mirado y te da ocupado el abonado del amor; y además estás frustrado con rencor en tu mirada; cuéntale a tu almohada que te duele mucho que te traten como si no fueras nada, pero que nada te robara otra lágrima y que no necesitas que nadie te tenga lástima. Pasa la página mírate un segundo, vuélvete a levantar y grita: "a la mierda el mundo".
No le des importancia a quien se cree importante, si vas a ayudar ayuda pero piénsalo bien antes que hay quien hace para luego echarlo en cara. Acaba de entender que no hay regla en este juego, que lo nuevo remplaza lo viejo, que la mentira mira, sí, pero nunca llega lejos, y que los espejos no reflejan interior ni sentimientos, solo un nimio cuerpo que se deteriora con el paso del tiempo.
Mirarme por dentro, soñar despierto, morir sonriendo, sentir el viento pasando lento por mi rostro, así es como quiero despedirme de la gente que en mi vida no me haya traído más que desgracia y me iré limpia y el mundo que se vaya a la mierda.
Mirarme por dentro, soñar despierto, morir sonriendo, sentir el viento pasando lento por mi rostro, así es como quiero despedirme de la gente que en mi vida no me haya traído más que desgracia y me iré limpia y el mundo que se vaya a la mierda.
Te sientes mal, todo va mal todos te odian, y sientes que los que te quieren te quieren mal. La solución no es matarte, no, para vivir siempre hay una razón. Y es que el cielo va a seguir con sus grises nubes, lloviendo defectos hasta acabar hundiendo todas tus virtudes, pero ante todo nunca dudes de ti, confía en tu valía sé tu luz. Y si nadie te quiere entonces por lo menos quiérete tú.
miércoles, 3 de julio de 2013
Un pez grande en un estanque pequeño.
Dos almas enlazadas por la más firme de las ataduras se miran una noche de invierno en la estación de tren. Dos mujeres que con melancolía cruzan sus miradas por última vez, y se abrazan conociendo y temiendo el último adiós.
-¿Crees que es necesario que te marches? Tiene que haber otro modo.
- Lo hay, pero no es el que he elegido. Debo irme, en este pueblo no hay espacio para mis anhelos, ni para mis ilusiones ni tampoco para mis sueños. Este sitio me oprime, me ahoga.
-Pero sabes que aquí puedes tener cuanto quieras, puedes triunfar...
-No, por favor no sigas, ¿triunfar? De que sirve una mente triunfadora si no se da a conocer, tengo que ampliar mis horizontes, eso es todo lo que me hace falta. ¿Por qué conformarme con el estanque teniendo a un paso el magnífico océano? ¿Por qué debo resignarme a que me conozcan unos cientos, cuando hay fuera miles esperan descubrirme? Y es que aquí no soy más que un pez grande en un estanque pequeño.
- Es posible, igual que puede ser que ese pez grande mengüe al entrar en el océano, donde, como tú, hay miles dándose a conocer. Sin embargo aquí eres única, puedes tener la certeza de que nadie será capaz de hacer lo que tú haces, mientras que allí, con seguridad, haya decenas.
-Tienes razón no te lo niego, quizás mi talento se vea eclipsado, pero también puede crecer, mejorar, ofrecer más de lo que ahora ofrezco. Esa es mi lucha, perfeccionar mi arte, nunca dejar de hacerlo, el mundo es infinito como las posibilidades que nos brinda, y sería de necios desperdiciarlas todas permaneciendo en un lugar donde no puedo acceder ni a la mitad de ellas. Y aún con el fracaso como opción siento que valdrá la pena.
Sí, soy un pez grande en un estanque pequeño, y diminuto comparado con el inmenso océano; pero este pez no desaprovechará la oportunidad de hacerse más grande, de darse a conocer y así surcar libre y orgulloso el mundo entero.
El tren partió esa noche, y la mujer pudo triunfar y tocar el cielo o pudo hundirse y fracasar, poco importa. Lo verdaderamente crucial en esta historia es que dentro de ella brillaba un espíritu emprendedor y valiente, y es que ¿qué más hace falta para triunfar? Ella emprendió su propio camino de superación sin importar los obstáculos que la vida le ponía: el dinero, los murmullos, las personas, incluso el amor fue en esta ocasión un fuerte impedimento. Para ella no había nada más importante que alcanzar su sueño, que, no conforme con ser un pez grande en un estanque pequeño, quería surcar los océanos. Desenfundó su arco y apuntó al cielo, con la seguridad de que su flecha no volaría eternamente por él, pero que llegaría lejos; decidme ¿de qué le habría servido apuntar a sus pies donde su única opción no llegaría más allá de su rostro?
Y lo más importante, ella sabía, como vosotros también debéis saber, que un diamante en bruto vale menos que un diamante pulido.
Historias que contar...
Después de estos tres meses escribiendo en este proyecto creo que ya va siendo hora de expresar la función de este blog.
Y que mejor comienzo que el principio, y es que en el fondo la única razón por la que esto se mueve es el arte de la escritura. ¿Qué significa para mi la escritura? Es la respuesta más sencilla, pero a la vez muy complicada. Escribir no es mi vida, no es mi mundo, y no, no voy a dedicar mi vida a ello; escribir es mi vía de escape, mi billete de ida a otra mundo que no es el mío, a otro mundo que me ayude a escapar a esta realidad a la que vivimos anclados.
Este blog no ha surgido por mí, sino por vosotros. Es un regalo que os ofrezco porque, en cada relato, en cada poesía, os estoy mostrando una parte de mí al desnudo, os estoy brindando un trozo de mi alma compartiendo todo lo que pienso, mis más íntimos secretos y mis más oscuras aptitudes.
Aquí describo el mundo que me rodea y como yo lo siento y lo veo, y lo expreso desde múltiples formas, desde un agresivo relato político hasta una delicada poesía.
"Historias que contar..." este es el título de esta entrada y ahí es donde todo tiene comienzo, es mi búsqueda; busco pequeñas historias que despierten fuertes sentimientos: pasiones, melancolía o incluso enfado y rabia, pero nunca indiferencia, a estas alturas la creo el mayor de mis enemigos.
Escribo estas historias para sumergirme en ellas, para compartirlas y porque mantengo la esperanza de que algún día podré formar, para mí, con estas pequeñas historias que aún están por contar, el más importante y fundamental de los relatos: mi historia.
Y que mejor comienzo que el principio, y es que en el fondo la única razón por la que esto se mueve es el arte de la escritura. ¿Qué significa para mi la escritura? Es la respuesta más sencilla, pero a la vez muy complicada. Escribir no es mi vida, no es mi mundo, y no, no voy a dedicar mi vida a ello; escribir es mi vía de escape, mi billete de ida a otra mundo que no es el mío, a otro mundo que me ayude a escapar a esta realidad a la que vivimos anclados.
Este blog no ha surgido por mí, sino por vosotros. Es un regalo que os ofrezco porque, en cada relato, en cada poesía, os estoy mostrando una parte de mí al desnudo, os estoy brindando un trozo de mi alma compartiendo todo lo que pienso, mis más íntimos secretos y mis más oscuras aptitudes.
Aquí describo el mundo que me rodea y como yo lo siento y lo veo, y lo expreso desde múltiples formas, desde un agresivo relato político hasta una delicada poesía.
"Historias que contar..." este es el título de esta entrada y ahí es donde todo tiene comienzo, es mi búsqueda; busco pequeñas historias que despierten fuertes sentimientos: pasiones, melancolía o incluso enfado y rabia, pero nunca indiferencia, a estas alturas la creo el mayor de mis enemigos.
Escribo estas historias para sumergirme en ellas, para compartirlas y porque mantengo la esperanza de que algún día podré formar, para mí, con estas pequeñas historias que aún están por contar, el más importante y fundamental de los relatos: mi historia.
Recuerden un comentario siempre ayuda ;).
lunes, 1 de julio de 2013
El odio es una escalera.
- Amigo mío debes reflexionar, o harás que nos maten a todos.
- La venganza es lo más dulce que existe viejo amigo, aunque esté alimentada por el odio.
- El odio nunca nos puede dejar nada bueno, tiene la forma de un bucle y si caes en el él nunca podrás salir.
- En eso te equivocas sin embargo, el odio no tiene forma de bucle alguno, su verdadero aspecto es el de una escalera, una escalera con miles de peldaños. Todos alguna vez odiamos, por lo tanto todos estamos agarrados a esta interminable escalera. Subimos peldaños poco a poco cada vez que nuestro odio y nuestra ambición crecen y eso nos hace subir y desde arriba podemos verlo todo, incluso, podemos ver lo poderosos que el odio nos hace.
- ¿Y qué es lo que hay en lo alto de esa escalera? ¿O es que nunca dejamos de subir?
- Aún no has comprendido, esta escalera no tiene un fin, el alma del hombre es un alma corrupta y terrible por naturaleza, y por eso el hombre nunca dejará de subir escalones porque nunca dejará de odiar.
Arriba nos sentimos bien, pero no estamos seguros, un solo traspié, cualquier fallo por mínimo que sea nos puede empujar a precipitarnos al vacío, no debemos confiarnos porque el odio da paso a la ambición de más y más poder, y esto mismo es lo que llevará a otros a envidiar a los que estén más arriba y a aprovechar la mejor oportunidad para empujarnos sin piedad alguna hacia abajo donde, de nuevo, tendremos que volver a empezar y comenzar a subir desde el inicio esta escalera.
- ¿Insinúas con esto que debemos ser cautos con quienes entregamos nuestra confianza? ¿Es que debemos pensar en todos los posibles enemigos que podrían despeñarnos por esa malévola escalera de la que hablas?
- Sin duda eso sería agotador, no podemos desconfiar del mundo sin poder contar con aliados a nuestro lado. Eso no es más que una advertencia porque, si bien he dicho antes, el odio nos hace poderosos y los fallos no nos enseñan a ser mejores sino más cautos. Una vez nos hayamos recuperado de la caída, con más fuerza que nunca (y más odio) retomaremos la escalada, llegaremos cada vez más arriba, cara a cara con quien nos traicionó y le arrojaremos en lo más hondo a un lugar donde no podrá regresar jamás.
- ¿No podría volver a subir la escalera y vengarse con más odio como sucedió en el inició?
- No, amigo mío, porque por muy perversos que seamos, por muy malditos que estén nuestros corazones, los muertos no son capaces de odiar.
- Comprendo. Yo jamás te traicionaría amigo, puedes considerarme digno de tu confianza.
- Eso espero mi buen amigo, eso espero...
- La venganza es lo más dulce que existe viejo amigo, aunque esté alimentada por el odio.
- El odio nunca nos puede dejar nada bueno, tiene la forma de un bucle y si caes en el él nunca podrás salir.
- En eso te equivocas sin embargo, el odio no tiene forma de bucle alguno, su verdadero aspecto es el de una escalera, una escalera con miles de peldaños. Todos alguna vez odiamos, por lo tanto todos estamos agarrados a esta interminable escalera. Subimos peldaños poco a poco cada vez que nuestro odio y nuestra ambición crecen y eso nos hace subir y desde arriba podemos verlo todo, incluso, podemos ver lo poderosos que el odio nos hace.
- ¿Y qué es lo que hay en lo alto de esa escalera? ¿O es que nunca dejamos de subir?
- Aún no has comprendido, esta escalera no tiene un fin, el alma del hombre es un alma corrupta y terrible por naturaleza, y por eso el hombre nunca dejará de subir escalones porque nunca dejará de odiar.
Arriba nos sentimos bien, pero no estamos seguros, un solo traspié, cualquier fallo por mínimo que sea nos puede empujar a precipitarnos al vacío, no debemos confiarnos porque el odio da paso a la ambición de más y más poder, y esto mismo es lo que llevará a otros a envidiar a los que estén más arriba y a aprovechar la mejor oportunidad para empujarnos sin piedad alguna hacia abajo donde, de nuevo, tendremos que volver a empezar y comenzar a subir desde el inicio esta escalera.
- ¿Insinúas con esto que debemos ser cautos con quienes entregamos nuestra confianza? ¿Es que debemos pensar en todos los posibles enemigos que podrían despeñarnos por esa malévola escalera de la que hablas?
- Sin duda eso sería agotador, no podemos desconfiar del mundo sin poder contar con aliados a nuestro lado. Eso no es más que una advertencia porque, si bien he dicho antes, el odio nos hace poderosos y los fallos no nos enseñan a ser mejores sino más cautos. Una vez nos hayamos recuperado de la caída, con más fuerza que nunca (y más odio) retomaremos la escalada, llegaremos cada vez más arriba, cara a cara con quien nos traicionó y le arrojaremos en lo más hondo a un lugar donde no podrá regresar jamás.
- ¿No podría volver a subir la escalera y vengarse con más odio como sucedió en el inició?
- No, amigo mío, porque por muy perversos que seamos, por muy malditos que estén nuestros corazones, los muertos no son capaces de odiar.
- Comprendo. Yo jamás te traicionaría amigo, puedes considerarme digno de tu confianza.
- Eso espero mi buen amigo, eso espero...
viernes, 28 de junio de 2013
La muerte
Muerte, ¿quién no siente la gélida sensación del miedo atravesando su estómago al escuchar esta palabra? Nos hiela la sangre en las venas y hace que nuestro corazón se detenga. Mas la muerte es algo con lo que ya deberíamos estar familiarizados, pues miremos por donde miremos estamos rodeados de muerte. En nuestro día a día escuchamos infinidad de veces la terrible palabra, encendemos la televisión y contemplamos imágenes que nos acercan a la muerte, que nos hacen fantasear con ella.
Escuchamos cifras de muertos como si fueran un simple número, y son mucho más que eso, son vidas. En los telediarios nos muestran sucesos que han desencadenado muerte y nosotros al escucharlos nos quedamos igual, rígidos, como si apenas nos importara; decimos: "cinco muertos no es para tanto, no merece la importancia que se le está dando." y en ese momento es cuando olvidamos que una sola vida arrebatada ya es demasiado. El hecho de que existan sentimientos que nos inciten a morir por alguien es absurdo, casi tanto como las personas que se creen capaces de ello, ¿cómo podríamos nosotros decidir nuestra muerte?, ¿cómo vamos a escapar de ella o a perseguirla si somos tan ignorantes?. Y es que el mero hecho de estar vivos nos impide comprenderla.
No obstante os ruego que no malinterpretéis mis palabras, no debemos preocuparnos por la muerte más de lo debido, pues jamás podríamos remediar que cuando llegue la hora nuestras vidas se acaben. Debe ser temida sí, pues si nadie temiera la muerte no salvaguardaríamos nuestras preciadas vidas como lo hacemos, y serían mucho mayores las cifras de incautos que mueren día a día a nuestro alrededor. Pero no debe ser motivo de discusión, nadie conoce adonde vamos, ni nadie lo conocerá jamás.
Por lo que a mí respecta, la muerte no es más que una palabra, una palabra que se emplea para poner nombre al final de nuestra existencia en este lugar al que llamamos vida. Para despreocuparnos de la muerte debemos ser conscientes de que nuestra vida es apenas un susurro, la llama de un candil que con una brizna de viento se extinguirá para siempre. ¡Cuan frágiles somos los hombres! nos creemos invencibles cuando cualquier cosa sería capaz de derrotarnos.
¿Miedo a la muerte? No, al nacer ya la esperaba, pues no hay mayor certeza en esta vida que todo lo que empieza con la misma facilidad acaba. Ahora no miento al afirmar que consciente soy de que moriré, haré lo que este en mi mano para que ese día me alcance más tarde que pronto, pero sé que llegará. Que no puedo luchar contra ella, que es tan inevitable como el latir de nuestro corazón. Sé que cuando parta muchos me echarán en falta, otros no tanto, pero a pesar de todo debéis alegraros, recordad que vivisteis a mi lado, compartisteis vuestra vida conmigo y cruzamos nuestros caminos por un momento. Por eso cuando ya no este aquí, mi único ruego será que a mi tumba no traigáis flores que recuerden en el cementerio mi muerte, que no se celebre funeral alguno que haga que la gente grabe en su memoria mi gris y frío rostro que ya no me refleja, honrando así a la muerte. Cada vez que me recordéis hacedlo recordando mi vida y mi historia, no con una lágrima sino con una sonrisa; cada vez que deseéis honrarme recordad mi rostro alegre, mi paso por el mundo y las huellas que en el dejé, y así estaréis honrando mi vida.
Es cierto que he afirmado que la muerte es inevitable, mas no es invencible, cada vez que se me recuerde desde el día que mi vida comenzó y no desde que mi rostro angustiado dio paso al fin y precedió a la muerte, cada vez que alguien en su corazón aún me siento con vida, cada vez que, ni aún con mi desaparición tras la muerte, nada consiga borrar mi paso por la vida ; tantas veces como eso ocurra, entonces tantas veces habré vencido yo a la muerte.
Escuchamos cifras de muertos como si fueran un simple número, y son mucho más que eso, son vidas. En los telediarios nos muestran sucesos que han desencadenado muerte y nosotros al escucharlos nos quedamos igual, rígidos, como si apenas nos importara; decimos: "cinco muertos no es para tanto, no merece la importancia que se le está dando." y en ese momento es cuando olvidamos que una sola vida arrebatada ya es demasiado. El hecho de que existan sentimientos que nos inciten a morir por alguien es absurdo, casi tanto como las personas que se creen capaces de ello, ¿cómo podríamos nosotros decidir nuestra muerte?, ¿cómo vamos a escapar de ella o a perseguirla si somos tan ignorantes?. Y es que el mero hecho de estar vivos nos impide comprenderla.
No obstante os ruego que no malinterpretéis mis palabras, no debemos preocuparnos por la muerte más de lo debido, pues jamás podríamos remediar que cuando llegue la hora nuestras vidas se acaben. Debe ser temida sí, pues si nadie temiera la muerte no salvaguardaríamos nuestras preciadas vidas como lo hacemos, y serían mucho mayores las cifras de incautos que mueren día a día a nuestro alrededor. Pero no debe ser motivo de discusión, nadie conoce adonde vamos, ni nadie lo conocerá jamás.
Por lo que a mí respecta, la muerte no es más que una palabra, una palabra que se emplea para poner nombre al final de nuestra existencia en este lugar al que llamamos vida. Para despreocuparnos de la muerte debemos ser conscientes de que nuestra vida es apenas un susurro, la llama de un candil que con una brizna de viento se extinguirá para siempre. ¡Cuan frágiles somos los hombres! nos creemos invencibles cuando cualquier cosa sería capaz de derrotarnos.
¿Miedo a la muerte? No, al nacer ya la esperaba, pues no hay mayor certeza en esta vida que todo lo que empieza con la misma facilidad acaba. Ahora no miento al afirmar que consciente soy de que moriré, haré lo que este en mi mano para que ese día me alcance más tarde que pronto, pero sé que llegará. Que no puedo luchar contra ella, que es tan inevitable como el latir de nuestro corazón. Sé que cuando parta muchos me echarán en falta, otros no tanto, pero a pesar de todo debéis alegraros, recordad que vivisteis a mi lado, compartisteis vuestra vida conmigo y cruzamos nuestros caminos por un momento. Por eso cuando ya no este aquí, mi único ruego será que a mi tumba no traigáis flores que recuerden en el cementerio mi muerte, que no se celebre funeral alguno que haga que la gente grabe en su memoria mi gris y frío rostro que ya no me refleja, honrando así a la muerte. Cada vez que me recordéis hacedlo recordando mi vida y mi historia, no con una lágrima sino con una sonrisa; cada vez que deseéis honrarme recordad mi rostro alegre, mi paso por el mundo y las huellas que en el dejé, y así estaréis honrando mi vida.
Es cierto que he afirmado que la muerte es inevitable, mas no es invencible, cada vez que se me recuerde desde el día que mi vida comenzó y no desde que mi rostro angustiado dio paso al fin y precedió a la muerte, cada vez que alguien en su corazón aún me siento con vida, cada vez que, ni aún con mi desaparición tras la muerte, nada consiga borrar mi paso por la vida ; tantas veces como eso ocurra, entonces tantas veces habré vencido yo a la muerte.
miércoles, 19 de junio de 2013
Poesía...
Amada dama amalgama que da más en cada ocasión
hada alada llama que inflama y cala más en mi corazón
cálida y helada a la vez, salida ami pasión, mi respiración
tu nombre de esta mujer resurrección.
Y madrugada tras
madrugada el milagro se hace
el momento mas bello en que un día muere y otro nace,
tu presencia esencia especial de mi inspiración
nada es comparable a tu desnudez en un renglón.
Destruyes dolor, matas el rencor, mas no esfumes tu perfume
de amor
es cuestión de fe, defenderé tu honor;
seré tu protector, tu mi espada,
cada trago amargo es un paso en tu largo camino de dulzura.
Doncella pura criatura, mi esfinge,
donde todo converge; ser que siempre emerge virgen
que no exige y se entrega.
Que siempre llega nueva con ganas nuevas
a nuestra siempre nueva cita a ciegas
que nunca me niega.
Su alegría, su melancolía, su tristeza, su pena , su ira,
sus fantasías
su alma llena, su caja fuerte vacía.
¡Muchos luchan por su gloria día a día pero es mía!
El ansia indescriptible, imprescindible, invisible;
mas cada susurro tuyo aunque mínimo me es legible.
Es increíble como en cada espacio de mi ser navegas,
¿qué he de hacer si un día no llegas?
En la oscuridad repitiendo tu nombre mil veces
amo la soledad porque es cuando tu magia aparece,
al parecer tras cada anochecer tu serás mi abrigo
¿cuándo podré al fin irme contigo ?
Yo no sé explicar como fue,
yo solo se que desde que te encontré
me quedé para verte, quererte y tenerte.
Me recreas, coloreas mis ideas y las cojo,
me quitas el enojo y haces de mi una mejor persona
reanimas mi autoestima cuando esta no funciona.
Eres la patrona de mis frases
mi espada de la guerra
o mi bandera de hacer las paces.
la que muere pero siempre renace,
la alegría de mi día cuando es ella quien la compañía me
hace.
Ella es quien guía mis pasos
quien se entera la primera sobre mis aciertos y mis
fracasos.
Fue quien me acogió en sus brazos
quien me recogió cuando mi mundo se rompió en mil pedazos.
Iluminada iluminas mi nada
en laminas caminas
fina y vulgar encaminas mi anima a la cima,
lastimas más y más mis más profundos dolores,
y encima me das paz y vas detrás de mi sembrando flores.
muchos te adoran
muchos te ignoran
algunos te ven y lloran, imploran pasar a tu lado las horas.
Doctora que nos cura la melancolía
fría como una inyección de pasión y fantasía
Porque ella lo puede todo nada borrará su mito
ella es luz, el pus de la tristeza, la cruz
el verso, el beso, el rezo.
Si no entrara en su vidas cuanta oscuridad bloqueará
esa sonrisa limpia que hoy se dibuja en su cara,
y hay valor en los ojos de quien lucha por amor
y a ti te entrego mi corazón
porque aunque muchos no lo crean,
tú eres nuestra salvación.
Eres solo tú la que nace de mí cuando me llama la inspiración.
martes, 18 de junio de 2013
Estaré aquí, esperándote
Vivir tras un fantasma, tras la sombra de una ilusión. No hay nada peor que eso, nada peor que la certeza de que tus palabras una vez más están vacías pero a la vez en mi pecho tan llenas las siento. Veía clara la salida al final del túnel, pero al llegar al final del camino el recorrido se bifurcaba, ya no había una salida, no, había dos. Dos lugares llenos de luz y de paz pero, ¿qué paz llenará más mi alma?¿Cuál será la luz que deseo que bañe mi rostro? Tras cada interrogante me hundo en mi corazón, de allí es más difícil encontrar una salida, y al final con lo único que me quedo es con el silencio.
Contemplo tu rostro y me desarmas de toda convicción con tu sonrisa, de pronto me haces salir de esa seguridad y me llevas al desconcierto. Yo antes era feliz en tus brazos pero ¿y ahora? ¿Podrá mi corazón responder con cariño a la indiferencia?
¿Pero acaso hay algo más inútil que luchar contra tus sentimientos? Debatirme entre sollozos y lamentos contra algo que no puedo cambiar, no, esa ya no es mi solución. Luché por ti, puse toda mi fe en ti, incluso ahora, en silencio lo doy todo por ti. Porque nunca pierdo la esperanza, nunca ceso por mucho que me digan que desista. Pero no soy una necia, algo en mi interior me dice que merece la pena, que aún existe algo por lo que luchar, porque en el momento en que tenga la certeza de que no es así, sabré que de nada valen mis empeños.
Y seguiré aquí, seguiré luchando por recuperar, esa felicidad a la que tanto me gustaba acostumbrarme, esa mirada penetrante y esa sonrisa, hasta que mi corazón desista desgastado de tanto latir por ti.
Contemplo tu rostro y me desarmas de toda convicción con tu sonrisa, de pronto me haces salir de esa seguridad y me llevas al desconcierto. Yo antes era feliz en tus brazos pero ¿y ahora? ¿Podrá mi corazón responder con cariño a la indiferencia?
¿Pero acaso hay algo más inútil que luchar contra tus sentimientos? Debatirme entre sollozos y lamentos contra algo que no puedo cambiar, no, esa ya no es mi solución. Luché por ti, puse toda mi fe en ti, incluso ahora, en silencio lo doy todo por ti. Porque nunca pierdo la esperanza, nunca ceso por mucho que me digan que desista. Pero no soy una necia, algo en mi interior me dice que merece la pena, que aún existe algo por lo que luchar, porque en el momento en que tenga la certeza de que no es así, sabré que de nada valen mis empeños.
Y seguiré aquí, seguiré luchando por recuperar, esa felicidad a la que tanto me gustaba acostumbrarme, esa mirada penetrante y esa sonrisa, hasta que mi corazón desista desgastado de tanto latir por ti.
martes, 11 de junio de 2013
Eclipse
El alba ya asoma por el negro firmamento,
y el cielo escrito en gris, de tinta azul se viste.
Ya pasó la noche y el día encuentra su momento,
y cuando la tierra derrocha alegría ,en el cielo una mirada triste.
Dos amantes ven recompensada su continua espera,
ella lanza una mirada cómplice y se oculta en la ladera,
él se levanta portentoso, más en su rostro un sombrío sentimiento apera.
Son el fruto de un amor prohibido que siempre madura, son ellos : Sol y Luna.
¿Cuál es el motivo del llanto de la hermosa Luna?
El anhelo de no poder acudir junto a su amante.
¿Por qué el Sol pasea por el cielo siempre errante?
Para perseguir a la criatura y alcanzar su mirada pura.
Luna, sobre ti surgieron los más hermosos sueños,
poetas y enamorados en ti hallaron valioso sustento.
Sol, bajo tu luz las más brillantes ideas brotaron,
genios y trabajadores en tu seno dicha y abundancia encontraron.
Dos entes divinos destinados a estar separados,
que en cada alba y crepúsculo hallaron su maldición y su amparo.
Pues sus caminos jamás volverán a verse unidos,
su existencia forma la amargura de la primera cuna.
Para ellos nunca hubo mayor cárcel que la libertad,
nunca mayor motivación que el reencuentro,
que cada mañana al alcanzar el Sol su cetro,
la Luna presa de lo incomprensible, con la soledad entable amistad.
Mas aún hay esperanza para tan desdichadas almas,
cada tres siglos podrán de nuevo fusionarse en un solo ser.
Sol no cesa en su lucha y Luna esperará para ver,
que el amor vea llegar su triunfo y no de cabida al dolor.
Historia olvidada que merecía la pena recordar,
como dos amantes perdidos no se consiguieron olvidar.
Pues no hay mayor muestra de que el amor suele llegar,
no a quien más te merezca sino a quien mejor te sepa amar.
Demagogia
Esa gente que tanto le gusta hablar, decir frases emotivas con palabras dulces que a todos nos gusta escuchar, pero, analiza bien lo que dicen, porque en el fondo sabes, que aunque te pases una vida entera escuchándoles no dicen nada.
Ellos te encandilan con las palabras, intentan que sigas sus consejos porque consideran que solo son válidas sus formas de vida. No nos mienten, es cierto, pero tampoco son sinceros pues lo que muestran no es más que una pequeña parte de lo que callan; camuflan la verdad utilizando eufemismos y mensajes sensacionalistas. Mensajes que maquillan la esencia de la verdad, que nos impiden ver lo que realmente es; y es que si nos dejamos encantar por sus palabras nunca seremos capaces de captar realmente lo que nos dicen.
Por eso te digo no confíes en aquel que te dice lo que quieres escuchar, solo aquellas palabras que te sientan bien, pues no tardarán en traicionarte. Ellos te dan una perspectiva distorsionada de la realidad, y aunque sea cierto que la verdad duele, no dejan de ser eso: la verdad.
Dejemos a un lado los prejuicios y comodidad que nos da alguien que nos regala los oídos, y valoremos más a las personas que siempre son sinceras, esa gente que nos muestra las cosas como son, verdaderos amantes de la verdad. Siempre serán agradables una frase hermosa o unas palabras amables, siempre y cuando estas vengan cargadas nada más que de sinceridad. Pero esto no quiere decir que haya gente dispuesta a tolerar que se le mienta, o peor aún que se les ofrezca demagogia para convencernos de algo que en realidad nada importa, de algo del cual, si nos parasemos a pensar nunca nos dejaríamos convencer.
Siempre cabrá destacar que las palabras siempre se usan con un fin, y este es expresar una idea, en el momento en que este fin se pierde o se transforma, las palabras dejan de serlo.
Y es que hay tanta gente que habla tanto sin decir nada que cada vez se hace más difícil elegir a quien de verdad merece la pena escuchar.
Y es que hay tanta gente que habla tanto sin decir nada que cada vez se hace más difícil elegir a quien de verdad merece la pena escuchar.
martes, 4 de junio de 2013
A pesar de todo
A pesar de las distancias de las guerras y el dolor, del estrés, de la nostalgia y de la escasez de amor.
Del sudor que provocan las noches de desvelo, pensando en todas esas vidas que se van y nos dejan sin consuelo. A pesar del gris del cielo sigue verde mi esperanza y a pesar que velozmente avanza la corrupción, y para fines lucrativos constantemente se usa a Dios.
Del sudor que provocan las noches de desvelo, pensando en todas esas vidas que se van y nos dejan sin consuelo. A pesar del gris del cielo sigue verde mi esperanza y a pesar que velozmente avanza la corrupción, y para fines lucrativos constantemente se usa a Dios.
A pesar de los golpes y las lágrimas, me levanté y pasé de página. A pesar de los pesares y aunque esté cansada de defender algo oscuro vivo el presente consciente de que aún puede ser más duro.
A pesar de que sé, que como los ríos claros, la amistad no abunda; es tan sucia y farsa y el mundo de ella casi se inunda.
A pesar de las distancias, de las guerras y el dolor y que ahora se sienta racismo por cualquier color. A pesar de que un amigo suela irse para no volver, yo te digo, que mejor viejo conocido que nuevo por conocer.
A pesar de los errores y las desilusiones, y de llevar el corazón roto por el peso de las decepciones. A pesar de que el mundo gire en un eje de dolor y desolación y de que el aire del rencor sea el único que respire. A pesar que mis mil oraciones no parecieron llegar, puesto que he comprobado que el mundo sigue igual. Aquí el tiempo pasa, la gente pasa, las oportunidades pasan, nuestra vida pasa, pero nunca pasa nada.
A pesar de los pesares todavía sigo viva y sigo aquí, haciendo llegar a la gente miles de razones para sonreír. Y es que a pesar del gris del mundo continua verde mi esperanza y procuro que el amor, más que el dolor, pese en mi interna balanza. Pues al final lo importante no es lo verdaderamente importante sino a lo que tú le das esa importancia. Siente que lo más esencial para vivir es aferrarte a esos buenos momentos, porque, por desgracia no son los que más abundan. Debemos sin duda apoyarnos en los sueños, soñar es el pilar principal de toda persona feliz, pues sin los sueños esta realidad nos agobiaría tanto que acabaría por aplastarnos; los sueños son esa barrera que nos protege, es todo aquello que nos mantiene cuerdos, y me atrevería a decir que vivos.
Por eso a pesar de que esta triste realidad te mate por dentro guíate por tu instinto, sigue tus sueños y no te detengas nunca, porque recuerda que cuando te llegue la hora todo el camino por el que no hallas podido pasar, quedará irremediablemente sin recorrer.
A pesar de todo lo que está pasando yo sueño con que algo bueno pasa, que la felicidad me abraza y que la comparto con todos los que si la tuviesen harían lo mismo que yo sin temer a perderla, porque a pesar de que todo me vaya bien sé que la felicidad es algo que nunca dura lo suficiente.
Entre sales y espumas
Oh, ser pequeño y diminuto,
en el burbujeo de las olas
tu tímido gorgoteo suena.
Que tan fiel perteneces al mar que te confundes con su arena.
Centinela eres de la espuma,
protege y guarda su blancura.
Guíala entre la inmensa masa azul,
y que no desvíe su camino,
la blanca playa es su destino.
Tú, fiel servidor de Neptuno,
que por el azul mar existes,
y para el mar azul vives.
Las blancas sales, rojos corales
y verdes algas tus fieles aliados.
Tú, humilde criatura
que sobre el mar navegas,
que tus pupilas negras de secretos y misterios
siempre se ven llenas.
Tú, dueño de las mareas,
disfruta mientras puedas,
pues del mar y sus riquezas
no hallarás ahí eternamente
cuando al fin al tiempo y destino sucumban.
lunes, 3 de junio de 2013
Charlatanería
En mi nombre hablo al escribir tales palabras, mas sé que, secretamente, más de una cabeza pensante, o mejor dicho que es capaz de pensar por si misma, estará de acuerdo conmigo. Y es que mi gran pero humilde corazón me pide un descanso, un respiro, pues dice que ya no está dispuesto a aguantar más mentiras.
Las palabras forman el centro de nuestra vida, son, sin duda alguna, la más importante flor de nuestro jardín.
!Que gran paradoja que con ellas intentamos expresar lo único que nunca podríamos hacer hablando!
Mas las palabras también forman la hoja de la más afilada de las espadas. Somos libres de decidir el uso que le damos; este puede ser desde enamorar a una mujer hasta humillar a nuestro peor enemigo.
Pero hay gente que tiene la peculiaridad de utilizar los vocablos en beneficio propio, para sacarles mayor partido y para engañar. A esas personas se les ha llamado de múltiples maneras a lo largo de la historia: astutos, listos, políticos, mercaderes o incluso sagaces; pero en esa lengua que tanto les gusta emplear, o mejor dicho mal emplear, a esas personas se les denomina charlatanes.
Las palabras forman el centro de nuestra vida, son, sin duda alguna, la más importante flor de nuestro jardín.
!Que gran paradoja que con ellas intentamos expresar lo único que nunca podríamos hacer hablando!
Mas las palabras también forman la hoja de la más afilada de las espadas. Somos libres de decidir el uso que le damos; este puede ser desde enamorar a una mujer hasta humillar a nuestro peor enemigo.
Pero hay gente que tiene la peculiaridad de utilizar los vocablos en beneficio propio, para sacarles mayor partido y para engañar. A esas personas se les ha llamado de múltiples maneras a lo largo de la historia: astutos, listos, políticos, mercaderes o incluso sagaces; pero en esa lengua que tanto les gusta emplear, o mejor dicho mal emplear, a esas personas se les denomina charlatanes.
Y es que nuestra sociedad abundan este tipo de personajes, que intentan hacernos ver su fantástica realidad, y ha sido fantástica la palabra que he empleado para definirla porque lo que nos cuentan no es más que pura fantasía.
Todos ellos desean rebelarnos la forma correcta de hacer las cosas y nosotros les seguimos, como un cordero sigue el rebaño, sin darnos cuenta que, poco a poco, están anulando nuestra capacidad de reflexión y de decisión, están anulando nuestro criterio.
Cuando el criterio es indispensable para posicionarnos, y es que vivimos en una época en el que tener una "ideología aceptable" lo es todo, creemos haber dejado atrás la disgregación por razas o creencias, pero no sabemos cuan equivocados estamos. Poseíamos valores tales como el respeto y la tolerancia, que a nuestros ancestros tanto les costó ganar, valores que ahora estamos perdiendo.
Pensadlo bien, mirad a vuestro alrededor y veréis a lo que me refiero, ¿cómo es posible que seamos incapaces de sentarnos en la misma mesa con aquel que tiene una ideología política incompatible con la nuestra? ¿Cómo es posible que temas tan primitivos como la victoria de un equipo deportivo sobre el otro, nos impida ver que ese a quien estamos apaleando es nuestro amigo? ¿Cómo es posible que hayan verdaderas batallas campales en las calles tan solo porque no estamos de acuerdo con lo que marca la oposición? ¿Cómo es posible que existan familias enfrentadas a causa de esto, vecinos contra vecinos, hermanos contra hermanos? Y, ¿cómo es posible que no nos estemos dando cuenta del daño que esto nos está causando?
Cuando el criterio es indispensable para posicionarnos, y es que vivimos en una época en el que tener una "ideología aceptable" lo es todo, creemos haber dejado atrás la disgregación por razas o creencias, pero no sabemos cuan equivocados estamos. Poseíamos valores tales como el respeto y la tolerancia, que a nuestros ancestros tanto les costó ganar, valores que ahora estamos perdiendo.
Pensadlo bien, mirad a vuestro alrededor y veréis a lo que me refiero, ¿cómo es posible que seamos incapaces de sentarnos en la misma mesa con aquel que tiene una ideología política incompatible con la nuestra? ¿Cómo es posible que temas tan primitivos como la victoria de un equipo deportivo sobre el otro, nos impida ver que ese a quien estamos apaleando es nuestro amigo? ¿Cómo es posible que hayan verdaderas batallas campales en las calles tan solo porque no estamos de acuerdo con lo que marca la oposición? ¿Cómo es posible que existan familias enfrentadas a causa de esto, vecinos contra vecinos, hermanos contra hermanos? Y, ¿cómo es posible que no nos estemos dando cuenta del daño que esto nos está causando?
Ahora es el momento de cesar de morderse los labios, de gritar: !Basta ya!. Basta de críticas entre extremos opuestos que jamás llegarán a encontrarse, basta de demagogos que no buscan más que su propio bienestar y que nos pretenden engañar con sus tretas. No os dejéis mentir, pero tampoco permitáis que otros decidan por lo que os merece la pena luchar. Y es que ellos iniciaron una guerra que pretenden que continuemos, pero sabed algo: no es mi guerra.
Y si decidís que debéis ser participes en todo esto, que sea porque habéis tenido criterio propio, habéis pensado por vosotros mismos y así lo habéis decidido; y no por el convincente discurso de otro charlatán que se cree en el derecho a decidir por lo que debemos o no luchar.
Y que vuestra vista al futuro no sea gris porque toda noche toca a su fin, en algún momento tiene que salir el Sol. Llegará el día que alguien se hará notar y pondrá una solución a cada problema, una verdad que corra las cortinas de las tinieblas que la mentira esconde; que no cause que la gente se enfrente sin parar a pensar, porque su aparición será la causa de que hemos sido capaces, por una vez, de recapacitar, de pensar por nosotros mismos, de forma individual sin dejarnos arrastrar. Y será entonces, y solo entonces, cuando toda esta lucha de verdad haya merecido la pena.
Y si decidís que debéis ser participes en todo esto, que sea porque habéis tenido criterio propio, habéis pensado por vosotros mismos y así lo habéis decidido; y no por el convincente discurso de otro charlatán que se cree en el derecho a decidir por lo que debemos o no luchar.
Y que vuestra vista al futuro no sea gris porque toda noche toca a su fin, en algún momento tiene que salir el Sol. Llegará el día que alguien se hará notar y pondrá una solución a cada problema, una verdad que corra las cortinas de las tinieblas que la mentira esconde; que no cause que la gente se enfrente sin parar a pensar, porque su aparición será la causa de que hemos sido capaces, por una vez, de recapacitar, de pensar por nosotros mismos, de forma individual sin dejarnos arrastrar. Y será entonces, y solo entonces, cuando toda esta lucha de verdad haya merecido la pena.
Te quise tanto...
Por tus ojos dos lágrimas se vertían,
mientras tu ilusión exhalaba su último aliento.
Olvidado quedó el recuerdo de que nuestras almas se fundían,
para llegar al momento donde nos inundó el desconcierto.
Pues antes tus narcisos de mi rocío bebían,
más ahora les es prohibido jardín tan bendito.
Antes entre tus labios los míos se escondían,
más ahora no volverás a ver tan preciado momento.
Tu mirada se posa en la sonrisa que mi rostro tanto lucía,
y nunca pudo haber de mis ofrendas tan puro templo.
Fuimos dos aves que entre las cenizas siempre resurgían,
mas el Fénix se torno cuervo y en él, hallaron las llamas sustento.
Y ese es el recuerdo que nunca olvidarían,
las cenizas cubriendo el cielo de su gris ungüento.
Pero gris no era el color que en nuestra vida todo cubría,
donde la felicidad era mucho más que un mero cuento.
Aún presos de la inseguridad tus ojos saber ansían
cuál fue el motivo de tan desafortunado evento.
Y ambos entes que entre el dolor se debatían,
corrieron decididos y firmes al último encuentro.
-¿Por qué tan hermoso jardín vio que sus flores languidecían?
¿Por qué las sonrisas se tornaron llanto?
¿Por qué la lira cesó en su incansable canto,
para ver que dos sentimientos en su tumba llacían?
-Porque nuestras miradas que antes mucho decían
ahora, presas del anhelo, callan tanto.
Porque cuando de tus labios broto un "tanto te quiero"
de los míos, triste y pesadamente tan solo salió un: "te quise tanto".
mientras tu ilusión exhalaba su último aliento.
Olvidado quedó el recuerdo de que nuestras almas se fundían,
para llegar al momento donde nos inundó el desconcierto.
Pues antes tus narcisos de mi rocío bebían,
más ahora les es prohibido jardín tan bendito.
Antes entre tus labios los míos se escondían,
más ahora no volverás a ver tan preciado momento.
Tu mirada se posa en la sonrisa que mi rostro tanto lucía,
y nunca pudo haber de mis ofrendas tan puro templo.
Fuimos dos aves que entre las cenizas siempre resurgían,
mas el Fénix se torno cuervo y en él, hallaron las llamas sustento.
Y ese es el recuerdo que nunca olvidarían,
las cenizas cubriendo el cielo de su gris ungüento.
Pero gris no era el color que en nuestra vida todo cubría,
donde la felicidad era mucho más que un mero cuento.
Aún presos de la inseguridad tus ojos saber ansían
cuál fue el motivo de tan desafortunado evento.
Y ambos entes que entre el dolor se debatían,
corrieron decididos y firmes al último encuentro.
-¿Por qué tan hermoso jardín vio que sus flores languidecían?
¿Por qué las sonrisas se tornaron llanto?
¿Por qué la lira cesó en su incansable canto,
para ver que dos sentimientos en su tumba llacían?
-Porque nuestras miradas que antes mucho decían
ahora, presas del anhelo, callan tanto.
Porque cuando de tus labios broto un "tanto te quiero"
de los míos, triste y pesadamente tan solo salió un: "te quise tanto".
jueves, 30 de mayo de 2013
Tiempo, el mayor de los tiranos.
Había una vez un fiero tirano llamado Tiempo, temido en todos los lugares de todos los mundos.
Cruel asesino al que a todos sucumbimos, y es que nadie escapa de él. Ponemos toda nuestra atención en matar el tiempo cuando al final es él quien nos mata. Cuando nacemos, somos jóvenes e ignorantes y derrochamos nuestra vida en cosas inútiles, después con el paso de los años, Tiempo te arrebata esa esencia, esas fuerzas de vivir, hasta que, poco a poco dejas de hacerlo. Tiene el don quitarnos ese don y hace que nuestro cuerpo pase de rosado a gris.
Respeto debes guardar a asesinos y criminales,a aquellas personas que disfrutan haciendo daño, pero no debes temerlos porque ¿Sabes qué? Nadie puede parar el tiempo.
Tiempo siempre ha existido y siempre existirá, se acerca a nosotros y nos pesa como un pesado yugo, cada vez más hasta que nuestras piernas no aguantan más. Tiempo se alimenta de nosotros despiadadamente, consume nuestra energía vital, nos arrebata ese gran tesoro que tan poco nos dura: la juventud.
Mas Tiempo es el causante de algo mucho más horrible que la muerte, algo mucho más desolador: el olvido.
Así es Tiempo tiene la capacidad de arrebatarnos recuerdos, y no solo eso también es capaz de arrebatarnos del recuerdo de cualquiera.
Dime ¿Conservas intacto algún recuerdo de tu infancia? ¿Recuerdas a todas las personas que han pasado tu vida? Lamentablemente la respuesta es no, Tiempo va consumiendo lentamente esos recuerdos hasta que inevitablemente caen en el olvido.
Pero aunque sea un asesino sanguinario, Tiempo nos brinda la oportunidad más atractiva que puedas encontrar: la vida. Por eso no deberías desaprovecharla, tu vida es el mayor regalo que recibirás nunca, vívela, aprovecha el momento. Has de saber que no vas a tener otra oportunidad, es ahora o nunca, más vale arrepentirse de algo que has hecho que de algo que quedó por hacer.
Recuerda que Tiempo acecha en cada esquina, en cada lugar y cuando llegue el momento no tendrás elección simplemente sucumbirás. Y si, algo merece algún tipo de temor en esta vida, sin duda es él, porque nos hace ver la fatal ilusión de que somos dueños de nuestro tiempo y que podemos suministrarlo a nuestro parecer, pero no caigas en ese imperdonable error, pues cuando menos lo esperes Tiempo llegará y te arrebatará lo que consideraste como propio, hará que las personas a las que más quieres se marchen para no volver, que las oportunidades se esfumen antes de que seamos capaces de decidir si aceptarlas o no.
Muchos erramos al pensar en la muerte como una calavera o la imagen de una bestia, pero os aseguro que si pudierais mirar a la muerte a la cara tendría, sin duda alguna, el aspecto de un reloj.
Cruel asesino al que a todos sucumbimos, y es que nadie escapa de él. Ponemos toda nuestra atención en matar el tiempo cuando al final es él quien nos mata. Cuando nacemos, somos jóvenes e ignorantes y derrochamos nuestra vida en cosas inútiles, después con el paso de los años, Tiempo te arrebata esa esencia, esas fuerzas de vivir, hasta que, poco a poco dejas de hacerlo. Tiene el don quitarnos ese don y hace que nuestro cuerpo pase de rosado a gris.
Respeto debes guardar a asesinos y criminales,a aquellas personas que disfrutan haciendo daño, pero no debes temerlos porque ¿Sabes qué? Nadie puede parar el tiempo.
Tiempo siempre ha existido y siempre existirá, se acerca a nosotros y nos pesa como un pesado yugo, cada vez más hasta que nuestras piernas no aguantan más. Tiempo se alimenta de nosotros despiadadamente, consume nuestra energía vital, nos arrebata ese gran tesoro que tan poco nos dura: la juventud.
Mas Tiempo es el causante de algo mucho más horrible que la muerte, algo mucho más desolador: el olvido.
Así es Tiempo tiene la capacidad de arrebatarnos recuerdos, y no solo eso también es capaz de arrebatarnos del recuerdo de cualquiera.
Dime ¿Conservas intacto algún recuerdo de tu infancia? ¿Recuerdas a todas las personas que han pasado tu vida? Lamentablemente la respuesta es no, Tiempo va consumiendo lentamente esos recuerdos hasta que inevitablemente caen en el olvido.
Pero aunque sea un asesino sanguinario, Tiempo nos brinda la oportunidad más atractiva que puedas encontrar: la vida. Por eso no deberías desaprovecharla, tu vida es el mayor regalo que recibirás nunca, vívela, aprovecha el momento. Has de saber que no vas a tener otra oportunidad, es ahora o nunca, más vale arrepentirse de algo que has hecho que de algo que quedó por hacer.
Recuerda que Tiempo acecha en cada esquina, en cada lugar y cuando llegue el momento no tendrás elección simplemente sucumbirás. Y si, algo merece algún tipo de temor en esta vida, sin duda es él, porque nos hace ver la fatal ilusión de que somos dueños de nuestro tiempo y que podemos suministrarlo a nuestro parecer, pero no caigas en ese imperdonable error, pues cuando menos lo esperes Tiempo llegará y te arrebatará lo que consideraste como propio, hará que las personas a las que más quieres se marchen para no volver, que las oportunidades se esfumen antes de que seamos capaces de decidir si aceptarlas o no.
Muchos erramos al pensar en la muerte como una calavera o la imagen de una bestia, pero os aseguro que si pudierais mirar a la muerte a la cara tendría, sin duda alguna, el aspecto de un reloj.
domingo, 26 de mayo de 2013
En el espejo de tus ojos
¿Quién soy yo? Yo no soy más que lo que la gente piensa que soy, lo que ellos ven de mí. Pues en el fondo eso es lo que realmente importa, tú te muestras a los demás te expones al rechazo y a la aceptación.
En el espejo de tus ojos veo dibujados los míos, y su tristeza mi alegría refleja. Tú me ves como un ser lejano aún sabiendo que me tienes cerca, me idealizaste por un momento, es lo que yo puedo ver, para más tarde dar paso a la inevitable decepción.
En el espejo de tus ojos, me miró y no me reconozco, y de pronto, sin previo aviso, mi reflejo se empaña y se diluye, y cobro la forma de una lágrima de profunda tristeza. Me ves como una criatura extraña a la que antes tanto conocías, y aflora, por un momento, la sombra de un interrogante, la sombra de la duda, la duda de hacer lo correcto y el miedo a errar.
En el espejo de tus ojos veo reflejada , aunque distante, la felicidad. Me veo como ese milagro que siempre surgía de las tinieblas en el momento más oportuno, como ese ángel que caminaba por las llamas y te lleva a cuestas sin quemarse.
En el espejo de tus ojos me reconozco ahora, no sin tristeza, como unas cadenas. Tú siempre me has visto como tu prisión, tu encierro. Me veo en el reflejo de un fiero asesino, porque no hay más criminal que el que arrebata la libertad. Soy esa elección que te hace preso de una vida que quizás nunca deseaste, ese compromiso dulce pero a la vez amargo. Me veo como un ser lejano que no puedes conseguir, pues no hay nada más inalcanzable que lo que no se desea alcanzar.
En el espejo de tus ojos veo reflejada un tallo de lo que hace poco fue, el soporte de una bella flor. Donde antes existía belleza ahora, solo hay un espectro. Donde antes había una sonrisa, ahora no veo más que una máscara. ¿Por qué las risas se tornaron llanto? ¿Por qué la dulzura dio pasó al dolor?
Porque ahora en el espejo de tus ojos solo queda la muestra de un fragmento, un retal de ese hermoso amor, un tallo de rosa que solo muestra lo que un día floreció, pero de lo que ya solo quedan restos.
En el espejo de tus ojos veo dibujados los míos, y su tristeza mi alegría refleja. Tú me ves como un ser lejano aún sabiendo que me tienes cerca, me idealizaste por un momento, es lo que yo puedo ver, para más tarde dar paso a la inevitable decepción.
En el espejo de tus ojos, me miró y no me reconozco, y de pronto, sin previo aviso, mi reflejo se empaña y se diluye, y cobro la forma de una lágrima de profunda tristeza. Me ves como una criatura extraña a la que antes tanto conocías, y aflora, por un momento, la sombra de un interrogante, la sombra de la duda, la duda de hacer lo correcto y el miedo a errar.
En el espejo de tus ojos veo reflejada , aunque distante, la felicidad. Me veo como ese milagro que siempre surgía de las tinieblas en el momento más oportuno, como ese ángel que caminaba por las llamas y te lleva a cuestas sin quemarse.
En el espejo de tus ojos me reconozco ahora, no sin tristeza, como unas cadenas. Tú siempre me has visto como tu prisión, tu encierro. Me veo en el reflejo de un fiero asesino, porque no hay más criminal que el que arrebata la libertad. Soy esa elección que te hace preso de una vida que quizás nunca deseaste, ese compromiso dulce pero a la vez amargo. Me veo como un ser lejano que no puedes conseguir, pues no hay nada más inalcanzable que lo que no se desea alcanzar.
En el espejo de tus ojos veo reflejada un tallo de lo que hace poco fue, el soporte de una bella flor. Donde antes existía belleza ahora, solo hay un espectro. Donde antes había una sonrisa, ahora no veo más que una máscara. ¿Por qué las risas se tornaron llanto? ¿Por qué la dulzura dio pasó al dolor?
Porque ahora en el espejo de tus ojos solo queda la muestra de un fragmento, un retal de ese hermoso amor, un tallo de rosa que solo muestra lo que un día floreció, pero de lo que ya solo quedan restos.
sábado, 25 de mayo de 2013
Vive.
Todos nacemos con un don, ese don que se va empañando con el tiempo, que cuando abandonamos nuestra infancia se va. Escuchad esta historia y entenderéis a lo que me refiero, tú eres el protagonista:
"Imagina un árbol que se encuentra en lo más profundo del bosque, tú naciste en lo más alto de ese árbol, casi rozando el firmamento. Pero los adultos deciden llevarte a su pequeño refugio, abajo a ras de suelo, y ocultarte tu lugar de origen. Pasaste un tiempo entre ellos y fuiste creciendo pero de repente un día decides alzar la vista y contemplar la copa, sientes una fuerza que te atrae hacia arriba, una nostalgia muy familiar que te anima a escalar, a imaginar, a descubrir el mundo.
Un día armado de valor escalas el árbol, llegas a las alturas y desde allí contemplas el inmenso bosque bañado por un oscuro cielo salpicado de estrellas, y la hermosa Luna que orgullosa te contempla desde lo alto. Allí, te das cuenta de lo grande que es el mundo, y de que encerrado bajo miles de ramas y hojas no eres capaz de ver la belleza de lo que te rodea. Por una vez te sientes bien, satisfecho contigo mismo, te sientes feliz. Pero entonces llega el momento de bajar, tú más que ponerte triste, sientes el fervoroso deseo de compartir todo lo que has visto con el resto de personas, el resto de ignorantes que desconocen todo lo que se hallaba sobre sus cabezas.
Pero lo que nunca podrías imaginar fue la mirada de dureza que recibiste al contar tu maravillosa aventura, no podías creer que todos aquellos hombres y mujeres, a los que tu tanto admirabas te reprendían, te miraban aterrados, como si nunca hubieran sido testigos de tal atrocidad. Ellos hablaban de peligros, de crueldad, de fieras; pero tú asombrado, no podías más que callar incrédulo, pues no habías sentido nada de eso. Entonces comenzaron a decirte que tu lugar estaba abajo en el suelo, donde si trabajabas lo suficiente podrías llegar a ser feliz.
Así pasaba el tiempo y, aunque de vez en cuando te escapabas a contemplar de nuevo el precioso firmamento, una parte de su subconsciente te decía que aquello estaba mal, que debías crecer, que debías madurar.
Y poco a poco ibas olvidando esa magia, apartabas cada vez más de ti ese impulso emprendedor e irracional; hasta que un día, que te encontrabas en lo más alto, tuviste de nuevo esa sensación. "Debo bajar, olvidar este lugar y no regresar jamás", te decías. Tu corazón se resignaba a regresar a la comodidad, a volver a la seguridad del hogar con los adultos. Y así, mientras tu cabeza iba aceptando todas estas ideas, te hundías entre las hojas, te deslizabas poco a poco hacía abajo, hasta que al fin tus pies de nuevo tocaron el suelo. Volviste a la comodidad de la tierra, y sin quererlo, olvidaste el camino de retorno a la copa, de retorno a la vida."
Esto es mucho más que un cuento, es la historia de nuestra vida.
Y es que educamos a los niños y les inculcamos unos valores como la seriedad, la responsabilidad; les hacemos ver que la vida no es solo juego y diversión, la vida es lucha. Nosotros mismos cuando crecemos, olvidamos esa capacidad tan positiva, ese don que la infancia nos brinda, con el que podemos ser lo que queramos ser: la curiosidad.
Nosotros ahora somos esos adultos, personas tan acomodadas en nuestra rutina que ni nos planteamos que se puede vivir de una forma distinta, que estamos tan convencidos de hacer lo correcto que no alzamos la vista hacia arriba y nos paramos a contemplar las estrellas. Que enseñamos a nuestros hijos a trabajar y a olvidar esos placeres de la vida que tanta falta nos hacen. Y cuando llega alguien que no ha perdido esa maravillosa forma de vivir la vida, le tachamos de irresponsable o incluso de loco.
Fijémonos en los niños, sí, esas criaturas a las que tanto reprimimos. Ellos son felices, no hay más que fijarse en sus sonrisas, en su mirada inocente. ¿Sabéis por qué?, porque ellos no tienen miedo a descubrir, a explorar, no tienen miedo a vivir.
Desearía que todo aquel que lea esto, busque en su interior y recupere al niño que lleva dentro, ese niño que una vez subió a la copa del árbol y que no tenía miedo de descubrir el mundo, al adolescente que anhelaba libertad, y que, si tenía miedo a algo era a caer en la rutina, al poeta, que se esconde dentro de cada uno de nosotros, y que nos da una perspectiva mucho más hermosa de la vida.
Porque si hay alguien que viva de verdad esos son los niños y los poetas. Recupera a ese niño, sube a la copa y contempla de nuevo las estrellas, no permitas que esta sociedad tan atolondrada te hunda entre las ramas, a un lugar tan profundo que incluso te impide ver la preciosa Luna.
Nosotros nos atrevemos a afirmar que comprendemos la vida, que poseemos la sabiduría y la experiencia, que debemos hacer que la oveja perdida vuelva al rebaño.
Pero ¿Sabéis qué? Le damos tanta importancia a todo eso que se nos olvida lo más importante de la vida: vivirla.
"Imagina un árbol que se encuentra en lo más profundo del bosque, tú naciste en lo más alto de ese árbol, casi rozando el firmamento. Pero los adultos deciden llevarte a su pequeño refugio, abajo a ras de suelo, y ocultarte tu lugar de origen. Pasaste un tiempo entre ellos y fuiste creciendo pero de repente un día decides alzar la vista y contemplar la copa, sientes una fuerza que te atrae hacia arriba, una nostalgia muy familiar que te anima a escalar, a imaginar, a descubrir el mundo.
Un día armado de valor escalas el árbol, llegas a las alturas y desde allí contemplas el inmenso bosque bañado por un oscuro cielo salpicado de estrellas, y la hermosa Luna que orgullosa te contempla desde lo alto. Allí, te das cuenta de lo grande que es el mundo, y de que encerrado bajo miles de ramas y hojas no eres capaz de ver la belleza de lo que te rodea. Por una vez te sientes bien, satisfecho contigo mismo, te sientes feliz. Pero entonces llega el momento de bajar, tú más que ponerte triste, sientes el fervoroso deseo de compartir todo lo que has visto con el resto de personas, el resto de ignorantes que desconocen todo lo que se hallaba sobre sus cabezas.
Pero lo que nunca podrías imaginar fue la mirada de dureza que recibiste al contar tu maravillosa aventura, no podías creer que todos aquellos hombres y mujeres, a los que tu tanto admirabas te reprendían, te miraban aterrados, como si nunca hubieran sido testigos de tal atrocidad. Ellos hablaban de peligros, de crueldad, de fieras; pero tú asombrado, no podías más que callar incrédulo, pues no habías sentido nada de eso. Entonces comenzaron a decirte que tu lugar estaba abajo en el suelo, donde si trabajabas lo suficiente podrías llegar a ser feliz.
Así pasaba el tiempo y, aunque de vez en cuando te escapabas a contemplar de nuevo el precioso firmamento, una parte de su subconsciente te decía que aquello estaba mal, que debías crecer, que debías madurar.
Y poco a poco ibas olvidando esa magia, apartabas cada vez más de ti ese impulso emprendedor e irracional; hasta que un día, que te encontrabas en lo más alto, tuviste de nuevo esa sensación. "Debo bajar, olvidar este lugar y no regresar jamás", te decías. Tu corazón se resignaba a regresar a la comodidad, a volver a la seguridad del hogar con los adultos. Y así, mientras tu cabeza iba aceptando todas estas ideas, te hundías entre las hojas, te deslizabas poco a poco hacía abajo, hasta que al fin tus pies de nuevo tocaron el suelo. Volviste a la comodidad de la tierra, y sin quererlo, olvidaste el camino de retorno a la copa, de retorno a la vida."
Esto es mucho más que un cuento, es la historia de nuestra vida.
Y es que educamos a los niños y les inculcamos unos valores como la seriedad, la responsabilidad; les hacemos ver que la vida no es solo juego y diversión, la vida es lucha. Nosotros mismos cuando crecemos, olvidamos esa capacidad tan positiva, ese don que la infancia nos brinda, con el que podemos ser lo que queramos ser: la curiosidad.
Nosotros ahora somos esos adultos, personas tan acomodadas en nuestra rutina que ni nos planteamos que se puede vivir de una forma distinta, que estamos tan convencidos de hacer lo correcto que no alzamos la vista hacia arriba y nos paramos a contemplar las estrellas. Que enseñamos a nuestros hijos a trabajar y a olvidar esos placeres de la vida que tanta falta nos hacen. Y cuando llega alguien que no ha perdido esa maravillosa forma de vivir la vida, le tachamos de irresponsable o incluso de loco.
Fijémonos en los niños, sí, esas criaturas a las que tanto reprimimos. Ellos son felices, no hay más que fijarse en sus sonrisas, en su mirada inocente. ¿Sabéis por qué?, porque ellos no tienen miedo a descubrir, a explorar, no tienen miedo a vivir.
Desearía que todo aquel que lea esto, busque en su interior y recupere al niño que lleva dentro, ese niño que una vez subió a la copa del árbol y que no tenía miedo de descubrir el mundo, al adolescente que anhelaba libertad, y que, si tenía miedo a algo era a caer en la rutina, al poeta, que se esconde dentro de cada uno de nosotros, y que nos da una perspectiva mucho más hermosa de la vida.
Porque si hay alguien que viva de verdad esos son los niños y los poetas. Recupera a ese niño, sube a la copa y contempla de nuevo las estrellas, no permitas que esta sociedad tan atolondrada te hunda entre las ramas, a un lugar tan profundo que incluso te impide ver la preciosa Luna.
Nosotros nos atrevemos a afirmar que comprendemos la vida, que poseemos la sabiduría y la experiencia, que debemos hacer que la oveja perdida vuelva al rebaño.
Pero ¿Sabéis qué? Le damos tanta importancia a todo eso que se nos olvida lo más importante de la vida: vivirla.
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